Este recibió estupefacto la noticia de la muerte de la joven voleibolista Luz Alessandra Ch., de solo 16 años, cuyos padres viven en su ciudad natal, Tingo María. Algunos me aconsejaron que no tocara el tema porque ‘vas a chocar con la selección que nos llevó al Mundial’. ¡Por favor! Desde esta columna alenté siempre al equipo y festejé como nadie en el propio estadio Nacional la clasificación, pero no hay que meterlo en este lamentable hecho policial. Aquí ha muerto una adolescente que jugó en la selección de vóley de menores. Junto a ella estaba otra chica, Kiara, de la misma edad y también voleibolista, jugadora profesional del torneo local y seleccionada. Ambas se encontraban de amanecida tomando whisky con una bebida energética en una discoteca. Luego, al alba, se fueron a un departamento miraflorino con un mayor, de 24 años, futbolista del grupo que el miércoles había clasificado al Mundial.

Que Reyna será borrado de un plumazo por el ‘Tigre’ Gareca de la nómina final que viajará al torneo en Rusia por este escándalo, parece ser el menor de sus problemas. Hay varios detalles que este columnista quiere abordar:

* DISCOTECAS : Me pregunto por qué nadie menciona en la lista de los que deben declarar por la muerte de la joven a los responsables de la discoteca ‘Frida’, adonde las adolescentes Alessandra y Kiara ingresaron pese a ser menores de edad y bebieron whisky con Red Bull, mezcla explosiva, poniéndose a merced de personas mayores, viejos indecentes o drogadictos y otras lacras. ¿Por qué el municipio de Barranco, tan afanoso por fiscalizar a humildes ambulantes que venden cervezas en la playa, no interviene las discotecas donde dejan ingresar a niñas y les venden licor hasta las cinco de la mañana? Esta tragedia empezó desde el momento en que la disco quebrantó la ley y no impidió el ingreso de ambas adolescentes.

* EL AUTOGOL DE REYNA: La congresista y voleibolista Leyla Chihuán sepultó al seleccionado cuando preguntó, entre lágrimas, ‘¿Por qué no la ayudaste, por qué dejaste que se desangrara, ya que ningún taxi quería llevarla? Ya bailaste con ella, la llevaste a tu depa, por qué no la ayudaste, ahí sí no fuiste un hombre’. Así quedó al descubierto la participación del futbolista en la tragedia, porque cuando llegó la joven al hospital y se supo de su fallecimiento, nadie mencionó al futbolista. Incluso, el menor que llevó a la adolescente fue presentado como ‘el enamorado’. Luego, ante las evidencias y los testimonios de testigos, reconoció que recién conoció a Alessandra esa noche y que Yordy estuvo cuando ‘la chica empezó a sangrar, pero nadie la quería tocar’. En otras palabras, Reyna, ‘asustado’, dejó al menor y a un promotor de eventos de veinticinco años para que intenten llevar a la jovencita al hospital, ante la vista inhumana del Serenazgo de Miraflores, cuyos agentes le dijeron al taxista que, en gesto compasivo, la trasladó: ‘Oye, te vas a meter en un problemón’. El futbolista está envuelto en un tremendo lío. Llevar a menores de edad a un departamento a beber licor y ante una emergencia de muerte, zafar cuerpo, le podría acarrear problemas no solo morales, sino también legales.

* POBRE JUVENTUD: Este Búho es padre de familia de una niña de once años. Comprendo el dolor de los padres de la joven, quienes por el bien de ella y su crecimiento profesional dejaron que viajara a Lima a vivir sola, mientras se abría paso con su carrera deportiva. Ahora vemos que fue un craso error. La chica Kiara debía jugar ese domingo en la tarde un partido de vóley profesional para su club. ¡Con qué cuerpo iba a rendir después de semejante juerga hasta el día siguiente! Y eso que estamos hablando de jugadoras de categoría de menores. No hay que ser imaginativo para preguntarse ¿Y cómo estamos en cuanto a disciplina en los juveniles y mayores? No afirmo nada, pero el Perú, antes, con la disciplina férrea del coreano Man Bok Park, que hacía temblar hasta a la ‘brava’ Natalia Málaga, llegó a ganar la medalla de plata olímpica en Seúl. Ahora, con la permisiva escuela brasileña, nos ganan Argentina y hasta Colombia aquí en Lima. ¿Se puede creer acaso que los padres de jóvenes promesas del vóley de provincias van a autorizar a sus hijas a que viajen a Lima y queden bajo la ‘tutela’ de la Federación, después de semejante tragedia? Así digan que Alessandra ya no dependía de ellos, el daño está hecho. Lo peor es la absurda muerte de una joven deportista, en un grupo donde estaba, paradójicamente, otro deportista mayor, quien debió aconsejarle que se retire a descansar y, sin embargo, ofreció su departamento ‘bulín’ para que encuentre, literalmente, un lecho... de muerte. Apago el televisor.

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