Este asiste a la renuncia del ministro de Transportes y Comunicaciones, , en una suerte de ‘Crónica de una muerte anunciada’. He aquí la historia, en términos sencillos, que permitirá comprender este escándalo que se tumbó a un ministro.

EL CONTRATO: Desde un inicio se hizo mal. En el 2014, Kuntur Wasi se comprometió a financiar, construir, darle operatividad y mantenimiento al nuevo Aeropuerto Internacional de Chinchero, en Cusco. El costo de la obra iba a alcanzar los 540 millones de dólares, bajo la modalidad APP (Asociación público-privada), es decir, el Estado también se comprometería a ayudar a culminar la obra. ¿Cómo? Pagaría los intereses de los préstamos bancarios de Kuntur Wasi después de cinco años. Justo cuando la empresa entregara la obra y estaría en funcionamiento.

KUNTUR MISIA: Pasaron dos años y Kuntur Wasi no empezó ningún trabajo, aduciendo que ‘no tenía liquidez’. Cuando los conminaron a comenzar las obras, señalaron que cinco bancos, liderados por el Goldman Sach, iban a otorgarles un préstamo, pero a un 22.4% de intereses. Es decir, el Perú iba a desembolsar ¡¡580 millones de soles en intereses!! Con razón muchos críticos sostuvieron que, mejor, el Perú asumía el costo completo del proyecto y una vez concluido se otorgaba en concesión a una empresa verdaderamente responsable.

ADENDA SALVADORA: Cualquier gobierno, ante una situación similar, hubiera anulado la sociedad por incumplimiento de contrato del consorcio Kuntur Wasi. ¿Pero qué hicieron el presidente y el ministro Martín Vizcarra? El 30 de enero anunciaron que el gobierno iba a firmar una adenda para poder dar inicio a la obra en cuestión. ¿Qué es una adenda? Es un procedimiento que se ejecuta entre acuerdos de empresas privadas y los gobiernos, ante contratiempos en contratos. No es una renegociación, sino una modificación. Estas pueden, casi siempre, afectar el costo de la obra, el plazo de entrega, lo cual siempre genera beneficios a las constructoras y perjuicios al Estado. Sino, vean lo que hacía la corrupta Odebrecht, la reina de las adendas en el mundo. Eso se hizo para Chinchero. Inclusive, el presidente PPK llegó al Cusco para festejar ese ‘beneficioso’ acuerdo y colocar la primera piedra el 3 de febrero de este año.

¿POR QUÉ TANTO FAVORITISMO? El congresista Víctor Andrés García Belaunde, principal denunciante del contrato, sostuvo que Ximena Zavala, hermana del premier Fernando Zavala, trabajaba como gerente de asuntos corporativos de Andino Investment Holding, una de las empresas integrantes del Consorcio Kuntur Wasi. Ante esta revelación, se armó un escándalo y esta renunció a su cargo.

TODO SE DERRUMBÓ: Ante semejante situación, la Contraloría General de la República, dirigida por Edgar Alarcón, formó una comisión para auditar el acuerdo. Aunque Ositran, el ente que se encarga de supervisar lo relacionado al Ministerio de Transportes, puso en tela de juicio el tema de la adenda, en una sesión extraña dos directivos, prácticamente al ‘caballazo’, dieron el visto bueno a la polémica adenda, mientras que la presidenta votó en contra y renunció, aduciendo que el organismo ‘no estaba actuando con objetividad’. La Contraloría le dio la estocada final al intento de Martín Vizcarra de echar adelante el proyecto al otorgarle 40 millones a Kuntur Wasi. Ordenó suspender el pago de ese dinero que el gobierno se comprometió a entregar a Kuntur Wasi para que ¡por fin inicie la obra! Increíble. ¿Por qué tantas contemplaciones con Kuntur Wasi?

CHINCHERO NO VA: El jueves último, el ministro Martín Vizcarra asistió al Congreso para responder un pliego interpelatorio por la obra. El domingo, por la noche, anunció que el proyecto con Kuntur Wasi no iba más y se anulará el contrato y la adenda. Kuntur Wasi significa ‘nido de cóndor’, y todos sabemos que los cóndores son aves carroñeras por excelencia. Muchos, en las alturas, estarán olfateando un proyecto muerto. Apago el televisor.

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