Este Búho camina a diario las calles de esta gran ciudad. A los ánimos crispados de los ciudadanos se suma el clima gris del invierno. La incertidumbre de no tener todavía un presidente electo, a pesar de que ya pasó más de un mes desde la segunda vuelta, genera zozobra, ansiedad y desorientación en los peruanos, quienes deben subsistir día a día al embate del maldito virus y a la crisis económica.
Mientras tanto, en una realidad paralela, como si nada de esto ocurriera, el profesor Pedro Castillo no deslinda con los ataques de Perú Libre y Vladimir Cerrón a la prensa libre, como lo debería hacer todo demócrata. Es evidente que los avala. Cuando más bien debería fortalecer las bases de un futuro gobierno en el que no tendrá la aprobación de la mitad del país, el chotano sigue jugando con los hilos de la economía, pues sus contradicciones, luego de asegurar que “el 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente”, hacen que el dólar se dispare.
Sus votantes y no votantes hasta hoy esperan que deslinde tajantemente de su ‘padre putativo’ Vladimir Cerrón, el inefable líder del partido Perú Libre, pero Castillo no lo hace o, sin embargo, solo lo hizo en la campaña de la segunda vuelta para endulzar a los indecisos, cuando afirmó que no estaría ‘ni como portero de Palacio de Gobierno’. Hoy para nadie es un secreto que el nefasto ‘Doctor Anemia’ es quien le susurra al oído cada decisión.
Su posible gobierno estará manchado por la ilegitimidad, ya que se le acusa de ganar por fraude. Además, tendrá que responder una grave acusación durante su virtual gestión, la de haber financiado su campaña política con dinero ilegal que recaudaban los ‘buitres’ integrantes de ‘Los Dinámicos del Centro’, una banda criminal que operaba desde el mismo corazón del gobierno regional y que obligaba a humildes ciudadanos de Junín a sacar su licencia de conducir por lo ‘chueco’, pagando sumas de 500 soles o más, que iban para fines políticos del ‘Lapicito’. Así apunta la tesis fiscal.
Nadie va a negar que el actual Congreso es tan impresentable como el anterior, pese a eso, se supone que es una institución independiente, con funciones y decisiones autónomas, entre las que se encuentra elegir nuevos miembros del Tribunal Constitucional. Por eso me parece inaudito que el Poder Judicial pretenda entrometerse en una decisión que corresponde únicamente al Legislativo. El respeto por la independencia de cada institución es lo que hace a un país libre y democrático.
¿Qué busca el Poder Judicial cuando busca impedir la renovación del Tribunal Constitucional? Huele muy feo. Mientras los políticos se revuelcan en su charco, veo a los ciudadanos de a pie luchar día a día para poder llevar un pan a su mesa. Más de dos millones de peruanos han perdido sus empleos y hoy se ganan la vida como ambulantes o han inventado oficios para poder alimentar a sus hijos. Las pequeñas empresas viven asfixiadas, si es que aún no han cerrado. La gasolina ha subido su precio, al igual que el balón de gas. Quienes todavía conservan su trabajo viven con la angustia de no saber lo que sucederá con la instalación del próximo gobierno. Es este el país que jamás hubiéramos imaginado para el Bicentenario.
Apago el televisor