Este Búho ve con gran preocupación cómo las peligrosas economías ilegales vienen ganando terreno en el país. No es un secreto que desde hace años financian las campañas millonarias de políticos corruptos que una vez en el Congreso se dedican a defender sus oscuros y dañinos intereses.
Tal es el caso de la minería ilegal, que según la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental de Puno mueve unos doce mil millones de dólares al año gracias a la actividad permanente de unos 300 mil mineros ilegales, sobre todo en Madre de Dios, La Libertad, Cusco, Puno y Áncash, donde destrozan y contaminan el medio ambiente, no pagan impuestos, fomentan la prostitución, incluso infantil, no reconocen derechos laborales de los trabajadores y protagonizan matanzas.
Solo en Pataz se registran continuos secuestros con las más terribles torturas y asesinatos en la lucha por controlar la extracción del oro. Por eso, llama la atención la censura del ministro de Energía y Minas, el puneño Rómulo Mucho. Los votos en el Congreso por su salida fueron aplastantes, pues 80 parlamentarios, de la izquierda y la derecha, votaron a favor de que se vaya, solo cuatro estuvieron en contra y hubo 13 abstenciones. Lo sacan cuando los mineros ilegales llevan una semana bloqueando la Panamericana Sur en Ica y Arequipa —lo que puede ocasionar escasez de alimentos y combustibles— mientras otro grupo protesta frente al Congreso, exigiendo la ampliación del Reinfo, el cuestionado mecanismo que les permite actuar libremente y de forma indefinida bajo la fachada falsa de mineros artesanales.
El Reinfo se vence a fines de este año y están presionando para extenderlo dos años más. Y así sucesivamente de manera indefinida. Rómulo Mucho había propuesto ante el Parlamento debatir su proyecto para apoyar a las verdaderas pequeña minería y minería artesanal, la ley Mape, que planteaba extender el registro solo seis meses, tiempo en el que debían pasar de la informalidad a la formalidad. Por eso, varios expertos han salido a dar la voz de alerta.
Una es Mercedes Aráoz, quien afirma que con la salida de Mucho ‘pareciera que las economías ilegales son las que están ganando’. Con sus multimillonarias ganancias manchadas de sangre no hay duda de que las mafias de la minería auspiciarán a más políticos sucios para que sean elegidos en las próximas elecciones generales y así les sigan cuidando el negocio. Este es un problema que nos debe importar a todos.
Hace unos años El Comercio publicó fotos satelitales que mostraban la inmisericorde deforestación que la minería ilegal perpetraba en la Reserva Nacional de Tambopata. Las imágenes enseñaban el antes y el después de esa zona afectada de Madre de Dios. En enero de ese 2016 se asentaron en el lugar campamentos mineros ilegales y en abril de ese mismo año, o sea solo tres meses después, 130 hectáreas de áreas verdes, casi toda selva virgen, quedó reducida a fango, árboles talados y residuos químicos que hacen imposible el resurgimiento de cualquier forma de vida. Las fotografías son indignantes, por la magnitud de los destrozos.
Es como ver las imágenes de un cáncer maligno y agresivo que crece y crece en el cuerpo de una persona, matándola de forma irremediable. Esas 130 hectáreas de bosque arrasado eran equivalentes a ¡¡178 campos de fútbol!! En la actualidad las extensiones de bosques arrasados son mucho mayores. A los congresistas, a la presidenta Boluarte y a sus ministros el problema no les interesa. Están destruyendo al país. Apago el televisor.
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