Este Búho abre sus ojazos para conocer más detalles de ese pozo séptico en que se convirtió el Ministerio de Vivienda con Geiner Alvarado y su operador Salatiel Marrufo en tiempos del gobierno corrupto del golpista Pedro Castillo. Gracias a la voluntad de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, que apoyó e impulsó la investigación al mandatario chotano, el equipo que jefaturaba la fiscal Marita Barreto detuvo a Salatiel Marrufo en octubre del 2022 por integrar el tristemente célebre ‘Gabinete en la sombra’ y por ‘lavado de activos y organización criminal’.
Se destapó una conspiración siniestra que involucró al mismísimo presidente, Alvarado y al propio Marrufo, quien reconoció que todo fue organizado por alguien que los sedujo con sus millones sucios, una astuta araña con nombre de mujer: Sada Goray, la empresaria dueña de la constructora Marka Group. Esta tejió su red ilícita para capturar el Fondo MiVivienda y la Superintendencia Nacional de Bienes Nacionales. Fueron sus entusiastas compinches, su íntima amiga y abogada de su empresa, Pilar Tijero, y su primo hermano, el periodista -por ese tiempo estrella en RPP, hoy despedido- Mauricio Fernandini. Pero no lo hicieron gratis. Según información de Goray a la Fiscalía, ella le entregó al periodista 80 mil dólares y a su prima 360 mil soles como ‘bonos de éxito’.
Además, habría asegurado que le pagó 15 mil soles mensuales -y no diez mil como afirmó Mauricio- por utilizar su departamento durante seis meses para que los conspiradores se reunieran sin ser vistos. Según los investigadores, un ‘alquiler’ bien raro, sin contrato, donde el propietario no desocupa el inmueble y participa en las reuniones que organiza la supuesta ‘arrendataria’. Para la Fiscalía, eso del alquiler es un ‘tango’ y esa plata, unos 24 mil dólares, era un ‘adelanto’ hasta que Marka Group lograra sus objetivos, que consiguió. Según Marrufo, fueron 9 millones de soles los que les pagó Sada -incluida una residencia en San Isidro- para que ese dinero se los entregue a Alvarado y a Castillo. La confesión de Fernandini, de que la empresaria lo contactó por intermedio de su prima Pilar Tijero para que este le buscara un ‘contacto’ en el Ministerio de Vivienda, la desdice y refuerza la confesión de Marrufo de que la constructora no era ninguna víctima de ‘extorsión’ y ella lo buscó para proponerle los ilícitos conocidos.
Mauricio Fernandini está con la soga al cuello
Fernandini inicialmente no contó que se comunicó con el ministro Alvarado y le dijo: ‘Tengo una información confidencial del Ministerio de Vivienda’. El ministro lo contactó con Marrufo, que era cuñado de su amigo chiclayano y profesor de marinera, Marco Polo. Con esa referencia Mauricio habló con Salatiel y selló el encuentro con la empresaria. El exconductor de ‘Veinte lucas’ está con la soga al cuello. Pese a que se acogió a la ‘confesión sincera’ continuó ocultando información a la Fiscalía, pues no informó del presunto pago de los ‘bonos de éxito’. También habría mentido al señalar que solo una vez llegó un paquete a su casa traído por el chofer de Goray para que el comunicador se lo entregara a Marrufo. ‘No lo abrí, pero supuse que era dinero’. Sin embargo, Goray y la prima de Mauricio dicen que no fue una sino varias veces las que el chofer y Tijero le dieron a Fernandini dinero de la coima para que este se lo entregara a Marrufo.
Uno no entiende qué motivos llevaron a un periodista de dilatada trayectoria y con buena imagen como Fernandini a involucrarse en esa nauseabunda telaraña. Quedó como un ‘pinocho’ cuando en su propio medio, RPP, mintió al decir que no le llevó dinero a Salatiel Marrufo, cosa que después reconoció. Hasta se molestó con su entrevistador Omar Mariluz. Los testimonios de Marrufo, Goday y su propia prima lo ubican como un participante activo y hasta entusiasta en esta condenable trama. Inclusive, en uno de sus chats escribe a su pareja sus emociones al estar dentro en las ‘negociaciones’ entre Goray, Tijero y Marrufo. Quien así se expresa al ser testigo de una negociación donde un funcionario corrupto traiciona al Estado comprado, no puede considerarse periodista, dejó de serlo.
Un verdadero hombre de prensa nunca se prestaría a ensuciar así la profesión. No es el primero ni el último en ser tentado por las mafias, pero no todos traicionan a un oficio que debe ser noble, sacrificado, que busca la verdad y se enfrenta al más endémico de los males en países como el nuestro: la corrupción. Y eso lo deben saber los estudiantes de periodismo, que miren los buenos ejemplos, que los hay. Uno ingresa a este oficio y aspira a vivir dignamente y no hacerse millonario con lobbies, teniendo clientes empresarios o políticos. Los que cruzan la línea y se pasan al lado oscuro ya no tienen punto de retorno. Apago el televisor.