La Policía indicó que los tejidos del cráneo de la mujer encontrada en una playa de Huacho serán sometidos a una prueba de ADN junto a las muestras que brinden los familiares de Blanca Arellano Gutiérrez.
La Policía indicó que los tejidos del cráneo de la mujer encontrada en una playa de Huacho serán sometidos a una prueba de ADN junto a las muestras que brinden los familiares de Blanca Arellano Gutiérrez.

Este Búho sigue con profundo interés el caso de la desaparición de la ciudadana mexicana Blanca Arellano Gutiérrez, de 51 años, a quien parecía que se la había tragado la tierra desde el 7 de noviembre último en Huacho. Sin embargo, en las últimas horas el misterio de la desaparición podría derivar en la trágica confirmación de un homicidio, ante la orden de detención preliminar para el principal sospechoso, el ‘novio’, Juan Pablo Villafuerte Pinto (37), ‘por presunto delito de feminicidio, trata de personas y tráfico de órganos’.

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Desde un inicio, desde México, la familia de Blanca sospechaba de Juan Pablo, un estudiante de medicina, quien enamorara a la mujer mayor por Internet en un chat de juegos. Él la recibió en el aeropuerto el 28 de julio y, según la familia, se la llevó a vivir con él a su cuarto en Huacho.

Sin embargo, ante su desaparición, mostró nulo interés y le dio a la familia las más disímiles versiones. Igual de indiferente se mostró en su primer interrogatorio en la dependencia policial, por lo que la Fiscalía Penal de Huaura y efectivos de la Policía allanaron su cuarto en el asentamiento humano Manzanares. Allí, los efectivos hallaron pruebas sorprendentes que ponían la soga al cuello al sospechoso: había cabellos, prendas de mujer y las pruebas de luminol determinaron manchas de sangre.

Un testimonio clave que complicó aún más la situación de Villafuerte lo dio la dueña de la bodeguita vecina a su vivienda. Ella declaró que cerca de las siete de la noche del 7 de noviembre —el día que Blanca desapareció— Juan Pablo llegó a la tienda acompañado de un joven que habría estado bajo los efectos de alguna sustancia. “Ese parecía estar más que borracho”, enfatizó la bodeguera. Ambos le compraron ocho bolsas negras de basura y alimentos. Este testimonio está corroborado porque el registro del pago se hizo a través de un aplicativo. ¿Qué pretendía guardar en tantas bolsas de basura? Pero lo que hundió definitivamente a Villafuerte Pinto fue el hallazgo de las maletas de la mexicana y la bandera de México que ella había traído. Esto echaba por tierra su versión de que ‘ella se había ido para su país y lo había abandonado’.

Las sospechas sobre un posible homicidio comenzaron hace unos días, cuando pescadores encontraron partes de un cuerpo femenino descuartizado en el muelle y la playa Chorrillos de Huacho. Inicialmente el Ministerio Público presumió que los restos corresponderían a la mexicana extraviada. Esta última hipótesis se vio reforzada porque en los restos hallados se identificara un anillo muy similar al que ella lucía en varias fotos expuestas en sus redes sociales, según detectó la pericia video digital forense.

Después de dos meses en que Arellano Gutiérrez se comunicaba frecuentemente con su familia, a partir del 7 de noviembre, se interrumpió toda comunicación. Su sobrina Karla se comunicó con Pablo Villafuerte Pinto, quien inexplicablemente le dio dos versiones completamente distintas. Primero le dijo: “La verdad, no sé de ella hace varios días, ella decidió irse por mutuo acuerdo, no podía darle la vida que ella quería, en otras palabras, se aburrió de mí, se fue a Lima para buscar su boleto a México”.

Pero posteriormente escribió en su muro de Facebook una explicación que dejó un manto de sospechas para la familia mexicana. “Yo no era ningún novio, ella se encontraba como indigente, sin lugar donde vivir, y mi único delito fue alcanzarle dinero de vez en cuando para que pudiera comer, en su mal estado de salud mental habrá confundido las cosas con eso de enamoramiento. El único mal que hice fue ayudar a una persona que no tenía los recursos para subsistir en la ciudad, eso es todo”.

Esta respuesta, nada empática, donde prácticamente tildaba de ‘loca’ y calificaba de ‘indigente’ a una mujer que vendió sus cosas en su país natal para venir al país a encontrarse con su enamorado virtual, de quien les decía a sus amigas ‘era el hombre ideal’ y al que ‘no le importaba la diferencia de edades’, hizo ponerlo en la mira de la Policía. Todas sus promesas de amor eran falsas. La infortunada Blanca, al parecer, se encontró con otro ‘monstruo’ de los que pululan en los chats románticos de Internet. Apago el televisor.

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