Ricardo Gareca habló fuerte por primera vez en cuatro años, sacó la garra y eso es bueno, pero no dijo ni pío de su jefe

Del saque somos carnecita... Ricardo Gareca, por primera vez en cuatro años, habló fuerte. Y les voy a dar mi punto de vista sobre sus declaraciones. Pero no hoy, lo haré el lunes, el primer día de la semana, para que el pueblo tenga tema de conversación. Defendió a Cuevita, maleteó a los políticos que no ponen la plata y el sistema de nuestro fútbol, se quejó de las canchas, pidió apoyo y aclaró que no clasificó de suerte al Mundial. Sacó la garra y eso es bueno, si es que tiene la razón. Lo que me llamó la atención es que no dijo ni pío de su jefe, que le ha pagado una fortuna por su renovación y tiene serios problemas con la ley. Sí, señores...

Ya me contaron que un uruguayo que caminó por La Vicky y ahora se traslada por el Rímac, baja seguido a un depa ubicado entre Lince y San Isidro. Parece que está visitando a la expareja de un ucraniano y compañero que llamaban ‘Güevo’. Nadie sabe si llega a conversar de su colega o ya está llevando algo pa casa. Huuummm...

Se acabaron las chelas en el puerto. El miércoles pasado se juntaron los ‘clones’ de ‘Machito’ y ‘Caramelo’. Se acabaron todos los cajones, después le dieron paso al ron y cerraron con un caldito de gallina. Y no va cher...

Me pasan la voz de que la amiguita de ‘La Pulga’, que vive en Santa Beatriz, se marchó del país. Lo llamó para que la lleve a los ‘Yunaites’, pero el pelotero le respondió que su tiempo ya pasó y la chica, molesta, se quitó a Argentina. Buena parchada. Además, lo ideal son máximo tres saliditas. Debut, repechaje y despedida. Curuju...

Hay un runrún de que el ‘Potón’ busca invertir en un ‘pescadito’. Lo han visto averiguando sobre un médico cirujano y todo porque ese nuevo amor no es buena de caderas y le gustan anchitas. Parece que su debilidad es que se le parezcan de la cintura para abajo. Provecho... Me voy, soy fuga.