
Del saque somos carnecita... Todo el mundo opina de la seleccion. Que somos penúltimos y hubo una pequeña reacción ante Bolivia. La neta es que si no vamos al Mundial es exclusivamente responsabilidad de los que contrataron a Juan Reynoso y Jorge Fossati. Con ambos perdimos tres cuartos de Eliminatorias. Técnicos resultadistas y con planteamientos tacaños. Y lo peor, insoportables. Uno con cara de poto y terco al mango.

El otro un viejito cansado y malhumorado al que ya no toleraban más en el vestuario. Programaba los entrenamientos en la tarde porque se demoraba tres horas en levantarse. Empatamos con Colombia, Chile y Venezuela en casita. Colgados del arco poco podíamos hacer. Cauteloso en patio ajeno, pero los 11 tirados atrás en tu campo es de cobardes. El valiente conquista mujeres bonitas y tarde o temprano logra sus sueños. Sí, señores...
La ‘Vinotinto’ reservó 8 titulares en Quito. ¡Qué miedo! Nada que ver. Hace 9 fechas que no ganan y eso les carcome el cerebro. Yo no pienso como los demás que comentan en las esquinas: ‘Con toda su gente saldrán a arrollarnos y no pudimos con ellos en Lima’. El que se pasa de revoluciones pierde y mal. Que se cansen, que se queden con la batería en cero.
Tenemos que cerrar nuestro arco y hacer correr el balón, y no ir como loquitos por la pelota. Máxima concentración y distribuyendo con criterio las energías. Ellos han puesto todas sus ‘fichas’ en la ruleta al partido con Perú y el próximo frente a Bolivia. Ese es su boleto al repechaje. También puede ser su certificado de defunción. Y no va a ser...
Me queda claro que entramos en la etapa decisiva de las Clasificatorias. No es como cuando se inicia. Es otro contexto, otra realidad. Otra presión y pistola en la sien. Algunas selecciones saben jugarla y afrontarla. Aquí sale a relucir la casta y temperamento del futbolista.
El martes a las 7 de la noche celebrará el inteligente, el frío, frío para tomar decisiones. Y eso significa el que se equivoca menos y acierta en el momento preciso. No el que la para de pecho, hace un caño, una pared en primera, una chalaca que choca en el palo, una rabona o lujito. Esto se trata de estrategia y cumplirla sin reproches. Esto lo propone el técnico y lo imponen los jugadores. No basta con cantar el himno a todo pulmón. Ayayayay...
Cómo debemos pararnos en la cancha
Mi jefe me pide que escriba de cómo debemos pararnos en la cancha. En el arco Gallese, atrás tengo mis fijos: Advíncula, Zambrano, Garcés, López. Unos metros más adelante Tapia y Aquino en la contención. De ahí, la confianza para Polo, Carrillo y Flores. Y para variar, mando a Lapadula para que se recursee: 4-2-3-1. Cuando nos atacan retrocedemos y somos cinco en la volante. Recorrido por las bandas con Andy y ‘Orejas’, músculo y salida en la zona central.
La ‘Culebra’ sueltito y que caiga como mediapunta y por los costados. Arriba el ‘Bambino’ para que presione, choque y haga rebotar a esos picapiedras. Paolo tiene ubicación, control, pero esto será 98 minutos de despliegue total.
Ni Trauco ni Reyna y tengo mis razones. El zurdito está a la mitad de su nivel y Bryan es muy frágil. Mejor es de recambio para que los agarre cansados y sin fuerzas. ¿Y Peña? Es una moneda al aire. Soy un ‘cheese tris’ de aquellos. He alucinado que soy DT por un ratito. Déjenme ser. Así es... Me voy, soy fuga.
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