Del saque somos carnecita... La verdad que veo a los chamaquitos Ansu Fati y Pedri, ambos de 17 añitos, con la camiseta de Barcelona en el estreno de la Liga y parecen viejos corriendo, tocando y marcando. Lo hacen con un desparpajo que parece que estuvieran en la pista, en el patio de su casa, en la canchita del barrio, en un potrero o terral.
Nadie los llama juveniles y eso que están en la élite del fútbol. Y no juegan por bolsa de minutos, están en el campo porque se lo merecen y al lado de ‘monstruos’. Aquí recién a los 22 salen del cascarón y los mimamos como si fuesen criaturas.
Muchos se desbandan, ‘boletean’, no cuidan su cuerpo, se alimentan mal, son ampayados en cuarentena, son detenidos, les pegan a las mujeres, no mantienen a sus hijos, ‘parten’ a sus amigos y muchas cosas más y los tratamos de chibolos.
Para la cochinadita sí son mayores, pero para demostrar sus cualidades y explotar su talento son ‘mocositos’. En la cancha demuestren que son vivos, sean profesionales...
Reviso mi disco duro, mi archivo, mi carpeta de información y no vislumbro un proyecto de ese level. No hay uno solo. Ni en técnica, velocidad, habilidad ni somatotipo. ¿Alguien me puede decir qué nos ha dejado Daniel Ahmed? Encima se quería quedar diez años más porque una década no fue suficiente. No seas malo...
Hay un run run que el extremo que nació y se crio al frente del Mall Aventura de la Colonial está tratando de recomponer su relación. Lo bueno es que tiene amigos de verdad que le están aconsejando que la familia es lo más importante en la vida.
Tiene que entender que hay que dormir con la indicada. Que mientras estés durmiendo de cansancio, ella esté cuidándote y pendiente que nada te perturbe. No despiertes al lado de una cara o cuerpo bonito que te pida shopping, viajes, paseos y plata. Ahí no estás comprando cariño, estás pagando por traición y deslealtad. Así de sencillo. Te lo he explicado como para niño de kínder. Así es...
La gente en el Callao está volando a mil por hora. Están planeando ir a tumbarle la puerta al ‘Amigo de Marco Antonio’ que se quiere adueñar del patrimonio chalaco. No contrata bien y todos los años disputa la baja.
Es el único en el mundo que hipoteca su casa y quiere cobrar sin intereses porque es buena onda. Nadie le cree ese cuento. No sé qué están haciendo con los números, pero no son reales. Lo único cierto es que en esa oficina del club hay un inflador de globos. Ya voy a contar más detalles... Me voy, soy fuga