Del saque somos carnecita... Ya pasaron 48 horas de la goleada en Brasilia y la verdad es que no teníamos chances contra el Scratch más terrenal de los últimos tiempos. “‘Bombardero’, canta la firme. Ya fuimos en las Eliminatorias”, me mandan un wasapito los vagos de mi barrio, mis causas. Voy a dejar que ustedes escojan para que vivan felices o resignados: hay para los incrédulos y los que tienen fe. Vayamos con los soñadores: la fecha 11 es todo.
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Es la jornada de la vida. Perú recibe a Chile, Ecuador a Bolivia en Quito, Venezuela a Brasil en su patio y Paraguay a Argentina. El Uruguay ante Colombia no me interesa. Saquemos la calculadora. Si le ganamos a Gareca sumamos 9 puntos. Y si se dan los resultados con los favoritos, Bolivia se queda en 12, la ‘Vinotinto’ en 11 y lo guaraníes en 13. Se nos acomoda para competir y guerrear por el sétimo puesto. De ahí para adelante no ceder ni mela en Lima y arranchar alguito afuera. Allí tienen para que vuelen.
Sí, señores... Ahora argumentos para los renegones y pesimistas. Somos un desastre en ataque y generación. En la calle y un gran sector de la prensa hay la sensación de que no tenemos jugadores. Y para mí la cereza del postre es el entrenador. No es de mi agrado Jorge Fossati sea cual sea su futuro. Vaya al repechaje, Mundial o quedemos eliminados. Por estilo, por terco, por cabeza hueca y morir en su ley. Tirarnos a la cueva todos los partidos nos llevará al fracaso con muchas fechas de anticipación. Hasta los equipitos de Liga dan seis pases seguidos en el potrero.
En alfombras, en ‘mesas de billar’ no podemos controlar un balón. No hacen ni cosquillas arriba. En más de 900 minutos solo vacunamos tres veces (Yotún, Callens y Araujo). Todas las defensas rivales ni se bañan al final de los partidos. No transpiran, no se ensucian las medias. Se la llevan de alivio. Qué feo... Está clarito que vamos a jugar igualito el 15 de noviembre en el ‘Monumental’. Díganme, ¿la selección ha sido protagonista en algún partido? Les aseguro que no.
Estamos esperanzados en el milagro, en la ‘táctica del muertito’. En la última Copa América, en el debut ante la ‘Roja’, hubo una ligera reacción en el segundo tiempo que acabó 0-0. Con Canadá hubo un primer tiempo aceptable y perdimos 1-0. Frente a la albiceleste fuimos pan con relleno (2-0). No la clavamos nunca. En estas Clasificatorias, el ‘Cabezón’ pudrió todo. Y su reemplazo está a punto de incinerarnos. Tal para cual. Los dos procesos para llorar. Sus planteamientos tacaños solo han servido para enfermarnos de gastritis y acidez. Ayayayayayay...
Toca sumar donde estemos. Con buenas vibras, plegarias y apoyo en las tribunas. Es difícil apostar en línea o ponerle una fichita a Perú. Y no es ser mala leche. Es ser precavido porque la actitud, temperamento y huevos no patean al arco. Un bombazo al área no siempre es la solución. Que no se resfríe Gianluca Lapadula porque es el delantero con más oficio y experiencia dentro los 33 millones de peruanos. Tener a todos disponibles, sanitos y en buen nivel por lo menos permitirá que apretemos los dientes y se presente la virgencita. Así sea... Me voy, soy fuga.
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