Del saque somos carnecita... El Boys-‘U’ fue el mejor partido del último año y medio. Así deberían jugarse todas las fechas para que la gente vaya al estadio. Con vértigo, explosión y electricidad. También con huachas, chalacas, tijeras y el tiki taka que le gusta a los aficionados. Hubo ritmo, golazos, situaciones de peligro y rascadas sin mala intención. No cobraron penales y cinco tarjetas amarillas es poco para un clásico. Ninguno mereció perder porque no se guardaron nada. Fue a la misma hora del Real Madrid-Barcelona en el ‘Santiago Bernabéu’ y uno tenía que voltear el cuello para chequear la otra televisión por las emociones en el ‘Miguel Grau’. Los trotones, vagos y desbandados no existen en el fútbol actual. Sí, señores...
Escucho que lo chancan duro a Donald Millán, quien no tiene la culpa de ser el blanco de las críticas. Yo lo escribí antes de que firme por la ‘U’, que por sus características no era jugador para la crema. Allá en Juliaca parado y con su buen pie se va de robo porque todo el mundo se ahoga en los casi 4 mil metros de altura. Aquí ha sido fichado como el distinto y no para que acompañe. No creo que la haga porque no tiene sacrificio en la marca ni dinámica. Solo lo puede salvar un tiro libre o remate de larga distancia en algún momento. No esperen más. No será solución de nada. El que no corre, ya fue en el fútbol moderno. Solo Messi se puede dar ese lujo porque hasta Cristiano y Neymar se ponen el overol. Y no va ser...
Ya me contaron que la ‘Muñeca’ se portó mal con sus colaboradores. No lo quería a ‘Camello’ y ‘Panaderito’ para este campeonato, pero no les dijo ni mela en sus ‘pepas’. Para suerte de ellos, hubo alguien de la institución que los apadrinó porque eran de la casa. A ese colorado le hicieron creer lo que no es. Todavía está en pañales de tela. Me dio risa cuando en su despedida declaró que ha hecho historia. Se creyó el Augusto Ferrando de la reserva ignorando el proceso de los chicos que fueron trabajados también por otros profesores. En el primer equipo fue un desastre a tal punto que la hinchada lo botó. Caso atípico en el mundo. Curuju... Me voy, soy fuga.