Con la llegada de Renato Tapia a España volvemos a tener un jugador en una Liga top del mundo

Del saque somos carnecita... Con la llegada de Renato Tapia a España volvemos a tener un jugador en una Liga top del mundo. El retiro de Claudio Pizarro nos había dejado sin representantes. El volante cumplirá 25 años en unos días y en Celta de Vigo se repotenciará para beneficio personal y de la selección. Es la oportunidad de su carrera, todo el mundo ve esos partidos, tendrá duros rivales que marcar como Messi, Benzema, Diego Costa, Hazard, entre otros. Tendrá otro roce pisando el ‘Bernabéu’, ‘Camp Nou’ o ‘Wanda Metropolitano’. El ‘Cabezón’ es inteligente, fuerte, tiene buen toque, remata desde lejos y no teme pisar el área rival. Eso sí, ahora vivirá partidos con mayor intensidad a diferencia de los que jugaba en Holanda. La exigencia lo hará mejorar. Está en la edad justa para que la rompa y pueda llegar a otro club con mayores aspiraciones en la próxima temporada. Un ejemplo para otros chicos que priorizan el aspecto económico y se van a jugar con ‘camellos’ o se desvían pensando en la modelito del momento. Así es...

Ya me contaron que ha renacido un viejo romance entre un ‘negro rockero’ y una blancona de Chacarilla. Cuando él jugaba, solían verse a escondidas, ahora otra vez empezaron los mensajitos, las palabras dulces y recordaron lo que hacían. Mientras otros se separaron en la cuarentena, en ellos se encendió el fuego. Provecho...

Bien la ‘Pulga’. El hombre compró un terreno en Monterrico y en ‘one’ ha levantado una casa. Eso sí, antes le ha construído la ‘jato’ a su hermana y encima, le ha regalado una ‘nave’ a su ‘causa’ para que haga taxi y se gane sus monedas. Mano abierta con los suyos. Vale...

Hay un run run que un volante con pinta de hippie ha regresado con fuerza a caminar por la Avenida 2 de Mayo, en San Isidro. Aseguran que durante la ‘encerrona obligada’ estuvo tranquilito y era el más fiel del mundo. Pero apenas dieron ‘luz verde’ para transitar sin permisos, se mete un desvío cada vez que sale de entrenar para ir a ver a su ‘flaquita’. Curuju... Me voy, soy fuga.