Más de un millón de habitantes de una ciudad del centro de China fueron confinados en sus casas el martes tras la detección de tres casos asintomáticos del coronavirus en los últimos días.
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Las autoridades de Yuzhou, ciudad con 1,17 millones de residentes en la provincia de Henan (centro de China), anunciaron que desde el lunes por la noche todos sus ciudadanos tenían que quedarse en sus casas.
En un comunicado publicado el lunes, la ciudad pidió a todas las comunidades de vecinos que pongan “centinelas y puertas para implementar estrictamente las medidas de prevención y control epidémico”.
Sus autoridades ya habían anunciado que paralizaban los servicios de bus y taxi y cerraban centros comerciales, museos y atracciones turísticas.
Desde superar en el primer semestre de 2020 la primera ola de la pandemia originada en la ciudad de Wuhan, China ha aplicado una estrategia de tolerancia cero frente al virus, tratando de erradicarlo completamente de su territorio con estrictos controles fronterizos y drásticas medidas ante cualquier brote.
Esta prevención se incrementa a un mes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín y a pesar de que los brotes, aunque pequeños en magnitud, son cada vez más frecuentes.
El martes, China registró 175 nuevos casos, cinco de ellos en la provincia de Henan y otros ocho en un brote en la ciudad oriental de Ningbo.
Además, se detectaron 95 nuevos casos en la ciudad de Xi’an, cuyos 13 millones de habitantes están confinados desde hace casi dos semanas. Esta histórica urbe ha registrado más de 1.600 casos desde el 9 de diciembre.
Dos altos responsables del Partido Comunista de esta ciudad han sido despedidos de sus cargos por “insuficiente rigor en prevenir y controlar el brote”.
Este tipo de castigos hacen que las autoridades locales sean incluso más precavidas a la hora de aplicar duras medidas frente al COVID-19.
Fuente: AFP