Las altas temperaturas que azotan Europa durante esta temporada del año obligan a que las personas busquen la manera más rápida y sencilla de refrescarse estando al aire libre; incluso hay quienes por satisfacer la necesidad de aliviarse del extremo calor olvidan de que están cometiendo un delito.
Esto sucedió durante la última semana en Roma, Italia, cuando un hombre se trepó en las históricas estatuas de la Fontana di Trevi y se zambulló en las aguas de esta fuente para nadar por, al menos, 10 minutos antes de ser atrapado por la policía, señala Il Messaggero.
Este sujeto, de unos 40 años, incluso se puso un traje de baño y saltó en presencia de los turistas que rodeaban este icónico monumento. El hombre nadó por unos cuantos minutos, mientras que los visitantes grababan el incómodo momento.
Ante la negativa de querer salir de la fuente, un agente de la policía de Roma tuvo que ingresar para sacarlo a la fuerza.
“Fui testigo de esta escena en la que un hombre se zambullía en la Fontana de Trevi y nadaba un poco. Después de unos 10 minutos, intervino un policía y tuvo que entrar en la fuente para sacarlo”, dijo uno de los presentes.
El hombre fue multado por 200 euros y recibió una sanción que le impedía volver al sitio por un tiempo. A pesar de ello, dos horas después del incidente, el sujeto volvió hasta el lugar y se zambulló otra vez.
Al menos tres agentes fueron necesarios esta vez para arrestarlo, luego tuvo que ser llevado a la comisaría del sector.
Italia arde hoy debido a la ola de calor “Apocalipsis”, que está dejando máximas de hasta 42 grados en el centro y norte del país, donde los incendios se propagan por la falta de lluvias y la peor sequía en décadas.
Los termómetros se han vuelto a disparar este martes y, según las predicciones meteorológicas, seguirán subiendo debido a las masas de aire caliente llegadas directamente desde el desierto del Sahara.
La ola ha sido bautizada como “Apocalipsis4800″ en referencia a la cuota del cero térmico, situada en los 4.800 metros de altitud, por lo que en ningún punto del territorio, ni siquiera en los Alpes italianos, las temperaturas bajan de los cero grados.