Un rescatista murió durante la operación para salvar a 12 niños y su entrenador que se encuentran atrapados en un complejo de cuevas inundado en Tailandia. La muerte del ex elemento de una fuerza especial de la Marina complicó aún más el rescate, pues se acercan más lluvias en la zona.
El joven rescatista, que laboraba como voluntario, falleció a causa de la falta de oxígeno, según informó el comandante de la fuerza SEAL de Tailandia, Arpakorn Yookongkaew.
El rescate de los 12 niños atrapados en estas cuevas tratan de apurar las labores y tratan de bombear el agua de la caverna inundada donde los menores y su entrenador de fútbol están desde el 23 de junio.
"Tras haber entregado una reserva de oxígeno, a su vuelta, no tuvo suficiente. Su compañero intentó administrarle los primeros auxilios y cuando no halló respuesta intentó moverlo. No dejaremos que su vida sea en vano. Seguiremos adelante", precisó el jefe de los comandos de la Marina de Tailandia, Apakorn Yookongkaew.
MIEDO POR TEMPORADA DE LLUVIA
Entretanto, los socorristas que intentan rescatar a los doce niños y a su entrenador de fútbol, atrapados en una cueva de Tailandia inundada desde hace 13 días, trataban de avanzar en los preparativos para la evacuación antes de que regresaran las lluvias.
"Como ven, estamos aumentando el número de personas que está entrando en la cueva, así que tenemos que llenarla de oxígeno", declaró Narongsak a los reporteros.
"Hemos estudiado varias alternativas para encontrar las más factibles", agregó Narongsak.
Entre las opciones está enseñar a los niños a bucear y salir nadando después, algo que se considera muy arriesgado; quedarse en la cueva varios meses hasta que acabe la temporada de lluvias y baje el nivel de las aguas; o excavar un huevo en la caverna desde el bosque que hay encima.
Los socorristas de Tailandia están decidiendo cómo sacar al grupo, pero se han visto ralentizados por problemas logísticos, como el alto nivel del agua y los estrechos pasajes inundados que obligarían a los niños a tener que bucear solos.