El duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, fue sometido “con éxito” a sus 99 años a una operación por un problema cardíaco preexistente, tras permanecer más de dos semanas hospitalizado a raíz de una infección.
Trasladado el lunes desde un pequeño hospital privado de Londres al gran centro médico público de St Bartholomew, el príncipe Felipe “permanecerá en el hospital durante varios días para ser tratado, descansar y recuperarse”, informó este jueves el Palacio de Buckingham.
La intervención quirúrgica “para tratar una enfermedad cardíaca preexistente” se realizó el miércoles, precisó en un comunicado.
Ese mismo día, la nuera del consorte Camila, esposa del príncipe heredero del trono británico Carlos, había dicho a los periodistas que el estado de salud de Felipe, que en junio cumplirá 100 años, estaba “mejorando ligeramente”.
El marido de la reina fue ingresado en el hospital el 16 de febrero como “medida de precaución” tras haberse sentido mal.
Ante las especulaciones y preocupación por su avanzada edad, Buckingham informó de que la hospitalización no estaba relacionada con el COVID-19, sino que se debía a una infección.
El lunes por la mañana, una ambulancia salió del hospital privado King Edward VII, ocultando con paraguas al paciente frente a los numerosos cámaras y fotógrafos que hacían guardia a la puerta.
El hecho de que fuera llevado a St Bartholomew, que cuenta con el mayor departamento especializado en enfermedades cardiovasculares de Europa para ser sometido a exámenes cardíacos, hizo temer por su estado.
Pero Camila afirmó que “sufre solo a ratos”. “Cruzamos los dedos”, agregó frente a los medios durante una visita oficial.
El príncipe Carlos había visitado a su padre en King Edward VII el primer fin de semana tras su ingreso.
Y su nieto William aseguró la semana pasada que el duque de Edimburgo se encontraba bien y que los médicos estaban “pendientes de él”.
Varias hospitalizaciones previas
Casado desde el 20 de noviembre de 1947 con Isabel II, cinco años más joven que él y soberana desde 1952, el príncipe Felipe batió en 2009 el récord de longevidad de todos los cónyuges de los monarcas británicos.
Tras haber participado en más de 22.000 compromisos públicos oficiales desde la coronación de su esposa, el duque se retiró de la vida pública en agosto de 2017.
Desde entonces ha sido hospitalizado varias veces, la última en diciembre de 2019 por “problemas de salud preexistentes”.
En enero de 2019, sufrió un espectacular accidente de tráfico cuando su Land Rover chocó con otro vehículo en un camino cerca de la finca real de Sandringham y volcó. Felipe salió ileso, pero se vio obligado a dejar de conducir.
Debido a la pandemia de coronavirus, ha pasado el último año confinado en el palacio de Windsor con la reina, excepto una estancia de verano que la pareja real pasó en su castillo escocés de Balmoral.
La monarca, de 94 años, que tras ser vacunada contra el COVID-19 a principios de enero junto a su marido animó a sus compatriotas a hacer lo mismo, ha mantenido su agenda oficial pero en gran medida por videoconferencia. No ha visitado al duque desde su hospitalización.
Isabel y Felipe celebraron sus bodas de platino en noviembre de 2017 en el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros al oeste de Londres.
Felipe nació en Corfú el 10 de junio de 1921, con los títulos de príncipe de Grecia y Dinamarca. Cuando tenía 18 meses, su tío, rey de Grecia, se vio obligado a abdicar y su padre fue desterrado tras la guerra greco-turca.
Junto a sus padres y sus cuatro hermanas, Felipe huyó a bordo de un barco británico.
Tras estudiar en un internado en Escocia, en 1939 ingresó en el Royal Naval College de Dartmouth, en el sur de Inglaterra.
Fue entonces cuando conoció a la entonces princesa Isabel con la que tuvo cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo) ocho nietos y nueve biznietos, a los que en los próximos meses debe sumarse el segundo hijo de Harry y Meghan.
Fuente: AFP