La pandemia del coronavirus (COVID-19) en México, como en otras partes del planeta, generó un retraso en la economía de muchas personas e implantó una nueva convivencia que a muchos perjudicó, pero como en todo fracaso siempre se puede vislumbrar una oportunidad, varios personajes encontraron en las redes sociales un camino al éxito.
La crisis los golpeó, pero muchos millenials se convirtieron en influencers o hicieron conocidos sus negocios a través de las redes sociales, ese es el caso de Herlanlly, quien se ganaba la vida arreglando uñas y ahora es una celebridad digital.
La mexicana Herlanlly Rodríguez, de 23 años, quedó desempleada por la pandemia, pero en el confinamiento empezó a grabar videos en Tik Tok para denunciar el machismo y su fama aumentó considerablemente. Solo en dicha red social suma 1,2 millones de seguidores y obtuvo una nominación a los premios MIAW 2021 del canal MTV por su contenido.
De repente miles de personas comenzaron a interactuar con ella gracias a la interpretación de su personaje ‘Tomás, el incrédulo’, con el que también expone la homofobia y la violencia de género en México.
“En redes sociales es raro ver a mujeres imitando a hombres”, señala la joven a AFP, aclarando que no busca ofender sino mostrar “conductas que dañan a la sociedad”.
El Señor de las Plantas
Armando Maravilla es un arquitecto paisajista, pero ahora es conocido como El Señor de las Plantas. De sus 200 seguidores en Twitter antes de la pandemia ahora cuenta con más de 97,000. ¿Cómo lo logró? Como a veces se suelen conseguir los grandes éxitos: un golpe de suerte.
Una “hilo” en Twitter sobre plantas de interiores se viralizó a tal punto que comenzó a ser seguido por ministros, políticos de toda índole e incluso por el actor Gael García Bernal. En la red social comparte conocimientos para que la gente cuide de las plantas como terapia contra el impacto emocional de la crisis.
“Sentí que era necesario que alguien hablara de tener espacios verdes en casa, llevábamos ya dos meses encerrados y nos hacía falta un refugio”, cuenta Maravilla, de 30 años.
Director de paisajismo urbano en una firma privada, adquirió sus primeras plantas como estudiante universitario -unas suculentas-, pero “se murieron”.
“¡Mi abuela me regañó! Ahora es curioso que la gente me pida consejos, y la que más me pregunta cómo voy es mi abuelita”, cuenta.
Dulce adicción en Instagram
Andrea y David son una pareja que quedó varada hace 15 meses al inicio de la pandemia cuando cursaban una residencia artística en Ciudad de México. Un proyecto de repostería logró que evitaran la quiebra y ahora son seguidos en Instagram por casi 38.000 personas.
Ofrecen pasteles con decorados vintage y mezclas adictivas que son valorados por cada uno de sus seguidores.
“Comenzamos a compartirlo con amigos, la gente empezó a ver y nos pidieron que se los vendiéramos”, cuenta David Ayala, curador de arte colombiano de 38 años.
Su novia, Andrea Ferrero, escultora peruana de 30, recuerda que arrancaron el negocio con un pequeño horno tostador en su apartamento del barrio Roma. “¡Apenas cabían dos galletas!”, recuerda entre risas mientras decora la superficie de un pastel.
Las ventas han crecido tanto que ahora estos artistas tienen once colaboradores que preparan 500 pedidos semanales entre pasteles, galletas y tartas. La pareja se mudó recientemente a un nuevo estudio-cocina y planea abrir su propio local.
Con información de AFP