Soma Sara, creadora de un sitio web para visibilizar la “cultura de la violación” en los establecimientos escolares británicos, se declara sorprendida por la amplitud del movimiento suscitado. Ella recogió más de 13.000 testimonios abrumadores y llama a “erradicar” los comportamientos sexuales inapropiados.
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Soma Sara, de 22 años, fundó el sitio web “Everyone’s Invited” (“Todo el mundo está invitado”) en junio de 2020, después de haber informado en la red social Instagram de su propia experiencia de acoso sexual, constante.
“Comenzó durante mi adolescencia”, explica en una entrevista concedida a la AFP cerca de su departamento londinense. “Me parecía casi imposible crecer y evolucionar en un entorno en el que, en mi opinión, la cultura de la violación estaba muy extendida”.
Después de algunas reacciones positivas, “sentí que no estaba sola”, añade.
Al igual que el movimiento #MeToo para las mujeres, su sitio web ha liberado la palabra de las jóvenes sobre hechos que a menudo quedan impunes, en el marco del medio escolar en el Reino Unido.
El ministro de Educación, Gavin Williamson, ha calificado estas acusaciones de “escandalosas y abyectas” y su ministerio ha entrado en contacto con “Everyone’s Invited”.
Revelar la cultura de la violación
Ahora registra miles de testimonios anónimos, sobre todo de niñas, que dicen haber sido confrontadas con palabras misóginas, tocamientos no solicitados o violaciones, cometidas por compañeros o maestros.
Para algunas, es la primera vez que se expresan. “Nuestro objetivo inicial era revelar la cultura de la violación y tengo la impresión de que, de alguna manera, lo hemos logrado”, estima Soma Sara.
“Esto es una locura. Es extraordinario ver todas estas reacciones, y comprobar que los medios de comunicación británicos apoyan tanto esta causa”, dijo, tanto más cuanto que cuando se creó el sitio, era difícil hacer “entender que es un problema o incluso una realidad”.
Fenómeno universal
Muchos de los testimonios se refieren a agresiones sexuales cuando las víctimas estaban ebrias o eran cometidas por personas de confianza.
Muchas de las víctimas se reprochan lo ocurrido y nunca denunciaron los hechos o, cuando lo han hecho, han sido llamadas mentirosas o “zorras”.
Para Soma Sara, esto demuestra que “vivimos en una cultura de la vergüenza que estigmatiza la violencia sexual”.
Las denuncias se han multiplicado especialmente desde la desaparición y la muerte de Sarah Everard, una londinense de 33 años, que conmocionó profundamente al país y inicitó un debate sobre la violencia contra la mujer.
Un policía de Londres fue acusado de secuestro y asesinato.
Al principio, los medios de comunicación se habían interesado sobre todo en las prestigiosas escuelas privadas citadas en “Everyone’s Invited”.
Pero Soma Sara, que frecuentó un internado para hijas de famosos del centro de Inglaterra, Wycombe Abbey, el fenómeno es universal y “no limitado al Reino Unido”.
“Realmente me gustaría que esto se planteara a nivel internacional”, comenta, llamando a las adolescentes a tener el “valor” de denunciar tales comportamientos.