La policía de Kenia anunció este jueves haber detenido a un hombre al que se describió como un “vampiro sediento de sangre”, acusado de asesinar macabramente a al menos diez niños.
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Masten Milimo Wanjala fue arrestado el miércoles por la desaparición de dos niños pero, en una confesión estremecedora, admitió haber matado a muchos más, indicó la policía.
El hombre de 20 años llevó a los agentes hasta el lugar donde se había deshecho de los cadáveres, en una zona forestal cerca de la capital Nairobi, y confesó haber matado a al menos 10 adolescentes, aseguró.
Para la policía fue un importante descubrimiento en medio de una investigación por una serie de desapariciones de niños en Kenia, casi dos al día en semanas recientes, de acuerdo con sus datos.
“Wanjala masacró él solo a sus víctimas de las formas más crueles, a veces sorbiendo sangre de sus venas antes de ejecutarlas”, indicó la Dirección de Investigación Criminal en Twitter, calificando al acusado de “vampiro sediento de sangre”.
Un tribunal de Nairobi ordenó este jueves que el detenido esté 30 días en custodia para dar a la policía más tiempo de investigar el caso.
Los asesinatos, de adolescentes de 12 y 13 años, se produjeron en los últimos cinco años. Las víctimas eran drogadas, estranguladas o su sangre era drenada por el asesino, indicó la policía.
Los casos de secuestro de escolares, algunos de los cuales terminan con su muerte, se han multiplicado en los últimos meses, generando pánico entre los padres.
La detención de Wanjala copaba las portadas de los principales periódicos de Kenia este jueves y, en algunas, aparecían imágenes del sospechoso con una camiseta de fútbol manchada de sangre.
Los cuerpos de varios niños presuntamente matados por Wanjala todavía no han sido hallados.
El asesino confeso no se disculpó por sus acciones y dijo a los detectives que obtuvo “mucho placer” matando a sus víctimas.
Fuente: AFP