En 1999, la venezolana Jacqui Saburido tenía 20 años cuando un conductor ebrio le cambió su vida para siempre en una carretera de Estados Unidos cuando impactó en el auto en el que iban sus amigos y ella, aunque solo ella sobrevivió, sufrió quemaduras de gravedad en más del 60% de su cuerpo. En las últimas horas, un familiar informó que la mujer falleció el 20 de abril, dos décadas después de ser el rostro de las tragedias por los choferes en estado de ebriedad.
Jacqui Saburido había viajado a Austin (Texas, Estados Unidos) para estudiar inglés, sin embargo, tras ocurrir el accidente tuvo que pasar por más de 100 cirugías para tratar las quemaduras de su cara y de sus manos.
Su rostro quedó totalmente desfigurado: sin nariz, labios, párpados ni cuero cabelludo. Su vista también fue afectada, aunque poco a poco pudo recuperarla.
Así, Jacqui Saburido se convirtió en el rostro de las campañas contra los conductores ebrios. La venezolana, durante las últims dos décadas, se dedicó a dar mensajes en charlas, conferencias y entrevistas. Incluso, salió dos veces en el programa de Oprah Winfrey.
"Aunque deba sentarme frente a las cámaras sin orejas, nariz ni cejas, lo haré mil veces si ayuda a que alguien tome una sabia decisión", dijo Jacqui Saburido, tres años después del accidente, cuando le propusieron ser el emblema en una campaña del Departamento de Transporte de Texas.
Reggie Stephey, el conductor ebrio que desfiguró a Jacqui Saburido y mató a sus amigos en el accidente, fue condenado a 8 años de prisión.
Después de cumplir su condena, el 14 de agosto de 2019, Reggie Stephey y Jacqui Saburido se reunieron en un hotel para conversar, pero nunca mencionaron qué hablaron.
En los últimos años Jacqui Saburido se trasladó a Guatemala, donde recibía un tratamiento. Según su primo José Saburido, la joven falleció en ese país. Su último deseo fue ser enterrada en Venezuela, junto a su madre, que también falleció de cáncer en 2006.