El gerente de un restaurante de Miami en Estados Unidos perdió su puesto por haber cambiado el nombre del plato “Alitas de pollo ennegrecidas” por “No puedo respirar”, uno de los lemas del movimiento en contra de racismo y la violencia policial.
La dirección de Hole in the Wall Pub tomó la decisión de “suspender inmediatamente” a Sam Diedrick por un incidente que tacharon de “asqueroso” y pidió disculpas ante sus clientes y trabajadores, según un comunicado publicado en la página web del local.
”Es algo completamente censurable y en contra de nuestros valores. Hablaremos directamente con nuestros empleados para escuchar sus preocupaciones y explicarles los pasos que estamos realizando para que algo como esto no vuelva a ocurrir”, aseveró la dirección de esta empresa que tiene cuatro establecimientos como este en el sur de Florida.
Diedrick también se disculpó por lo sucedido en sus redes sociales y lamentó “su insensibilidad con una broma de mal gusto”, pero aseguró que “nunca tuvo intención de ofender a ninguno de sus empleados o de incomodar a los clientes”.
Antes de todo este revuelo, según informó el canal NBC6, un camarero hispano del restaurante, Brandon González, renunció a su puesto por considerar “completamente ofensivo” lo que vio al entregar el recibo a un cliente que había consumido diez alitas de pollo ennegrecidas, llamadas así por parecer quemadas por fuera.
En el recibo que entregó al cliente se podía leer diez “no puedo respirar”.
”Hay una razón principal por la que me ofendí y me frustré y es el hecho de que en la cocina el 90 por ciento de los trabajadores son de raza negra. Realmente lo que estás haciendo es reírte del movimiento Black Lives Matter (BLM)”, añadió González.
González argumentó que “nadie hace este tipo de bromas a no ser que seas un racista”, por lo que el problema “es mucho más profundo” y no se resuelve tan solo con una disculpa.
”No puedo respirar” son la palabras que el afroamericano George Floyd pronunció cuando un policía blanco de Minneapolis lo inmovilizó durante más de ocho minutos poniéndole la rodilla en el cuello cuando estaba sobre el suelo.
Floyd murió estando bajo custodia policial y su muerte dio lugar a un resurgir del movimiento “Black Lifes Matter” que protesta en la calles contra el racismo y la violencia policial.
Fuente: EFE