Según los estudios, los cubrebocas también son efectivos para filtrar los alérgenos comunes que normalmente flotan en el aire. Más de 19,2 millones de estadounidenses adultos que sufren de alergias estacionales pueden reducir sus síntomas continuando con el uso de las mascarillas utilizadas hoy en día para protegerse del COVID-19.
Por ejemplo, el polen de pino es aproximadamente 800 veces más grande que el coronavirus, dijo David Lang, alergólogo de la Clínica Cleveland al The New York Times.
Asimismo, la alergóloga e inmunóloga Purvi Parikh, mencionó que el uso de mascarillas para aliviar los síntomas de las alergias puede requerir un poco de “ensayo y error”. Pero “si hay menos polen entrando en la nariz y boca, es menos probable que sufras un ataque de alergia”.
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Un grupo de investigadores israelíes estudió cuánto cambiaban los síntomas de las personas con alergias leves, moderadas y graves al usar mascarillas. Recopilando, datos de 215 miembros del personal de enfermería que usaron cubrebocas quirúrgicos o mascarillas N95 durante un período de dos semanas, concluyendo que en el caso de 44 trabajadores sanitarios con síntomas de alergia severa, casi el 40 por ciento experimentó menos estornudos, secreción y congestión nasal cuando usaban una mascarilla quirúrgica o N95.
Asimismo, entre las 91 personas con síntomas moderados, el 30 por ciento mejoró cuando usaron una mascarilla quirúrgica; y esa cifra se elevó al 40 por ciento cuando usaban una N95. Entre las 80 personas que comenzaron el estudio con síntomas leves, 43 (alrededor del 54 por ciento), sintieron que sus síntomas mejoraron al utilizar una mascarilla quirúrgica o N95, dijo Amiel Dror, médico científico del Centro Médico Galilee y académico en la Facultad de Medicina Azrieli de la Universidad Bar-Ilan que es el autor principal del estudio.
El uso de mascarillas también fue más efectivo para los miembros del personal sanitario con alergias estacionales que para quienes presentan síntomas durante todo el año. Sin embargo, usar cubrebocas no resolvió el problema de la picazón en los ojos, según el reporte de septiembre, publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology.
Por otro lado, además de filtrar los alérgenos, usar mascarillas también hace que el aire en nuestras cavidades nasales sea más cálido y húmedo, dijo Dror. “Sabemos que el aire seco y el aire frío a veces pueden provocar una reacción en la nariz”, dijo. “Este es un beneficio adicional de usar cubrebocas. Con todo lo malo, eso es algo bueno”.
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Según los especialistas, la protección varía dependiendo de la mascarilla, el ajuste y, en el caso de las mascarillas de tela, el tejido que se use en la fabricación.
“Puede ayudar, pero no necesariamente eliminará todos los síntomas”, dijo Sandra Lin, profesora de Otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello en la Escuela de Medicina Johns Hopkins. “Mucha gente usa mascarillas la mayor parte del tiempo y todavía tiene síntomas de alergia”.
Consejos para reducir síntomas alergénicos
- Protege tus ojos: Usar anteojos o gafas cuando estén al aire libre, para evitar que los alérgenos como el polen de los árboles entren en contacto directo con los ojos.
- Lava y cambia con frecuencia la mascarilla: Cambiarse de ropa al volver a casa y ducharse antes de dormir, para asegurarse de que el polen no se pegue a la piel y lavar las mascarillas reutilizables con frecuencia.
- Mascarilla que no te irrite el rostro: La gente con piel sensible puede reaccionar a algunos tintes textiles y deben usar detergentes sin aroma, o elegir mascarillas quirúrgicas o de grado médico, que es menos probable que irriten la piel.
- Consulta con un médico en casos severos: “Si las personas continúan presentando síntomas que interfieren con sus actividades normales, si faltan al trabajo o la escuela, si su sueño se interrumpe por las noches, deben consultar a su médico”, dijo Lang.