El Departamento de Salud de Florida (Estados Unidos) solicitó una auditoría al Distrito de Atención Médica del Condado de Palm Beach después de que se informara de daños en más de 1.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus (COVID-19) la semana pasada.
El periodista Ari Hait, a través de su cuenta de Twitter, informó que el pasado 22 de enero se detectó que “232 viales, equivalentes a 1,160 dosis, estaban fuera del rango de temperatura requerido”.
Lo que ocurrió, según la versión del periodista, es que “alguien apagó por error” el refrigerador donde estaban conservándose las vacunas.
En ese sentido, el Departamento de Salud de Florida ha pedido que se “lleve a cabo una contabilidad completa de todos los equipos y procedimientos que tienen para almacenar y manipular la vacuna contra el COVID-19”.
Según el comunicado publicado en la página web del Departamento de Salud, la auditoría debe estar lista a más tardar el 12 de febrero, en ese momento se les informará de todos los hallazgos y acciones correctivas.
“Es una tragedia que incluso una dosis de este recurso crítico se desperdicie y no se use para salvar una vida del COVID-19”, expresó el Dr. Scott Rivkees, cirujano general del Estado de Florida.
Las vacunas que se habrían echado a perder son las desarrolladas por Pfizer, que requieren de una logística especial para mantener su temperatura y efectividad. Según anota El Universal, las autoridades de salud de Palm Beach aseguran que lo ocurrido es un suceso “aislado e involuntario” que no afectará el desarrollo de las demás aplicaciones.