Los habitantes de un edificio ubicado en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, España, llevaban años sin ver a Isabel Rivera Molina, lo que los llevó a creer que algo malo le había pasado. Grande fue su sorpresa al enterarse que sus sospechas eran ciertas: ella llevaba entre 14 y 15 años muerta en el baño de su casa. ¿Lo más sorprendente? Nadie se había dado cuenta en todo ese tiempo.
La mujer, de 78 años, vivía sola en aquel apartamento. Solía recibir la visita de un arquitecto, pero más allá de eso era muy poco lo que se conocía sobre ella.
Según El País, los vecinos llevaban años pidiendo a la policía que entraran a la casa y aseguraban que la última vez que la vieron fue en septiembre de 2004. Luego de negarse en repetidas oportunidades, los agentes optaron por pedir ayuda a los bomberos tras una llamada de un familiar que aseguró no saber nada sobre ella en años.
Fue entonces que un equipo de bomberos llegó a la casa. Estos, en vez de tirar abajo la puerta, colocaron su escalera de emergencia sobre el balcón de la vivienda y deslizaron una ventana que estaba semiabierta. Ingresaron y notaron que todo parecía estar en perfectas condiciones; sin embargo, quedaba un lugar por revisar: el baño.
Allí encontraron el cuerpo momificado de Isabel. Este se conservó en ese estado porque la mujer murió de forma natural y en un ambiente en donde se dieron las condiciones idóneas de humedad y ventilación.
Los médicos certificaron tras ver el cuerpo que Rivera llevaría muerta entre 14 y 16 años.