Un joven de 24 años murió ahogado en una playa de la ciudad de Nueva York que estaba cerrada a los bañistas para contener la propagación del nuevo coronavirus.
El hombre, identificado como Fidel Ramírez, se estaba bañando el viernes con dos amigos en la playa de Rockaway (Queens) cuando fue arrastrado por una fuerte corriente y tuvo que ser rescatado por los servicios de emergencia, que lo llevaron a un hospital en el que ya solo se pudo certificar su fallecimiento, recoge el canal ABC7.
El alcalde Bill de Blasio hizo eco del suceso en su cuenta de Twitter, donde expresó sus condolencias a la familia y amigos del joven pero también recordó que nadar en las playas de la Gran Manzana está prohibido durante la crisis del COVID-19 y enfatizó que “no es seguro”, ya que ni siquiera hay vigilantes supervisando la costa.
Este fin de semana largo, marcado por el festivo de Memorial Day que se celebra el lunes, hubiera implicado el inicio de la temporada de verano y la apertura de playas a los bañistas, pero el Ayuntamiento solo permite a los ciudadanos caminar o sentarse manteniendo la distancia social y llevando cobertor facial.
De Blasio agregó que las autoridades locales, que trabajan para mantener los indicadores de COVID-19 por debajo de unos umbrales máximos para poder pasar a la fase uno de la reapertura económica, “no quieren poner vallas a las playas” pero lo harán si es necesario, y ha desplegado más agentes de policía para que controlen que se cumplen las normas.
Otras playas del estado de Nueva York y de los vecinos Nueva Jersey y Connecticut sí han abierto, coincidiendo con las festividades, por lo que sus residentes temían una llegada masiva de neoyorquinos que, con toda probabilidad, no se ha producido debido al clima lluvioso previsto durante todo el sábado.
Fuente: EFE