Con la propagación del coronavirus en todo el mundo, cientos de jóvenes universitarios decidieron ignorar las órdenes y restricciones de las autoridades de Florida y optaron por celebrar el “Spring Break” (más conocida como vacaciones de primavera) en South Beach, Miami, en Estados Unidos.
El último fin de semana el presidente Donald Trump decretó los Estados Unidos en Estado de Emergencia debido al avance del COVID-19 en todo el país. Ante esta decisión tomada por el mandatario, el alcalde de Miami anunció el fin de las celebraciones por “Spring Break", cerrando los accesos a gran parte de Florida’s South Beach.
Sin embargo, los jóvenes desobedecieron las órdenes impuestas por las autoridades y decidieron trasladar las celebraciones a otra parte de la playa.
Una centena de jóvenes decidieron obviar las medidas de protección y desafiaron al COVID-19, enfermedad que ha acabado con más de 6,000 personas en todo el mundo, con fiestas a la orilla de la playa.
“Miami Beach es un destino popular para los estudiantes durante el “Spring Break”, pero con el cierre de escuelas y la expansión de las vacaciones de primavera, el flujo de visitantes es muy alto”, dijo Jimmy Morales, administrador de las playas de Miami.
Asimismo, agregó que sería irresponsable por parte de South Beach no limitar las multitudes en estas áreas públicas. "No podemos continuar poniéndoles en riesgo y pidiéndoles que se expongan a sí mismos a la posibilidad de contagiarse del virus”, añadió.
Morales decidió cerrar una zona más amplia de South Beach hasta el 19 de marzo. Además, patrullas de policía vigilan que se cumpla la orden, y aquellos que violen el cierre podrían ser castigados con multas de 500 dólares, o enfrentar 60 días de cárcel.
“Florida no va a ser un lugar al que puedas salir hasta las 02:00 de la madrugada con 500 personas en algún bar. Esas reuniones presentan un alto riesgo”, dijo en conferencia de prensa el gobernador del Estado, Ron DeSantis.