El presidente de Chile, Sebastián Piñera, propuso este domingo al Congreso una reforma para aplazar las elecciones municipales y de delegados constituyentes fijadas para los días 10 y 11 de abril hasta el 15 y 16 de mayo, en medio del confinamiento que afecta a más de 16 millones de personas y de un avance sin control de la pandemia en su país.
El mandatario basó esta propuesta en dos razones, “proteger la salud y la vida de todos” y “proteger la salud” de la democracia asegurando “un proceso electoral democrático, participativo y seguro”.
Para las nuevas fechas propuestas, 15 y 16 de mayo, el Gobierno chileno espera que 9,3 millones de personas ya hayan recibido la vacuna contra el COVID-19, lo que “permitirá elecciones más seguras”, sostuvo Piñera en una cadena nacional televisada.
La expansión del COVID19, que por estos días tiene el 95 % de las camas UCI ocupadas en el país austral, “ha exigido al máximo al personal médico y la capacidad de nuestro sistema de salud”, señaló el gobernante chileno.
“El Consejo de Expertos del Ministerio de Salud, el Colegio Médico y la comunidad médica en general han planteado con fuerza y claridad la necesidad de postergar las elecciones”, apuntó el jefe de Estado.
“Es indudable que la situación actual de la pandemia y el riesgo de contagio inhiben a muchos a ir a votar, lo que le resta participación y legitimidad al proceso electoral”, añadió.
Esta propuesta de Piñera para cambiar la fechas de las elecciones, que tiene categoría de proyecto de reforma constitucional, debe ser ratificada por el Congreso Nacional, que ya mostró su disposición para legislar la reprogramación de los comicios debido a la fuerte arremetida de la pandemia.
Se espera que este lunes el Congreso analice el aplazamiento de los comicios que elegirán a alcaldes, concejales, gobernadores y a los delegados que redactarán una nueva Carta Fundamental.
Hace unas semanas, los legisladores ya aprobaron celebrar estos comicios en dos jornadas en vez de en una (en un principio iban a ser solo el 11 de abril) por razones sanitarias, para evitar aglomeraciones.
En total, en Chile se han producido más de 30.000 fallecimientos debido al COVID-19, considerando casos confirmados y sospechosos, según el Departamento de Estadísticas e Información del Ministerio de Salud.
Pese a una campaña de vacunación masiva que supera los 6,3 millones de inoculados, el país austral cerró una semana récord en contagios, capacidad hospitalaria ocupada y cantidad de personas bajo cuarentena total.
A nivel nacional, cerca 16,3 millones de chilenos están en cuarentena desde este sábado (83,6 % de la población), a los que se sumaron casi 2,6 millones (13,4 %) que habitan en sectores que tienen un grado mayor de apertura de lunes a viernes pero que quedan confinados los fines de semana, por lo que este sábado y domingo estuvo confinado el 97 % de la población total del país.
Fuente: EFE