Bogotá. [AFP]. Colombia superó los 4.000 muertos por el nuevo coronavirus desde que detectó el primer caso de COVID-19 el 6 de marzo, informó este domingo el ministerio de Salud.
La cuarta economía latinoamericana reportó 122 fallecimientos esta jornada, con lo que el número total de víctimas mortales asciende a 4.064, según el reporte oficial del día.
Colombia, que el 1 de julio superó los 100.000 contagios detectados, sumó 3.721 nuevas infecciones para alcanzar las 117.110. Hasta el momento 47.881 personas se han recuperado.
Con 50 millones de habitantes, el país se mantiene como el sexto en América Latina en número de muertos por COVID-19 y el quinto en contagios.
Bogotá, de ocho millones de personas, es el principal foco de contagio con más de 35.200 contaminaciones y 800 decesos.
Más del 80% de las unidades de cuidado intensivo de la capital están ocupadas, según las autoridades, en momentos en que la pandemia se ha disparado.
El mes pasado, por ejemplo, se presentaron dos terceras partes del total nacional de infecciones y fallecimientos.
En ciudades como Cali (suroeste) o las caribeñas Cartagena y Barranquilla, con las que la enfermedad se ha ensañado, el sistema de salud también se acerca a la saturación.
El gobierno conservador de Iván Duque mantiene la orden de confinamiento hasta el 15 de julio, pero ha relajado el encierro para intentar reactivar la golpeada economía.
La orden de aislamiento obligatorio rige desde el 25 de marzo, aunque expertos y autoridades, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, aseguran que “prácticamente” dejó de existir cuando se permitió el regreso de labores en varios sectores.
El gobierno, que da un parte de calma al comparar las cifras con las de otras naciones latinoamericanas, encara niveles históricos de desempleo y advierte de uno de los peores desempeños económicos para 2020.
El presidente asegura que se han invertido unos 31.000 millones de dólares (el equivalente a 11,04% del PIB) para atender la pandemia. Sin embargo, analistas y opositores advierten que los recursos han sido insuficientes ante las necesidades de la población y de las empresas.