Una niña, de segundo grado de la Escuela Misionera Número 1149 Nuestra Señora de Luján, de la ciudad de Santa Fe (Rosario, Argentina), llevó un arma cargada a la escuela en su mochila. La menor le dijo a su profesora que tenía la pistola de su padre policía.
La maestra, al revisar, halló un revólver reglamentario cargado. Inmediatamente dio aviso a las autoridades del colegio, que se comunicaron con la Policía.
Tras enterarse de este hecho, las autoridades comenzaron las investigaciones al policía, quien sería sancionado drásticamente por no poner a buen resguardo su arma reglamentaria.
El arma, una pistola calibre 9 milímetros marca Bersa Thunder Pro cargada con 11 balas, estaba lista para disparar.
Cuando el padre de la menor fue interrogado, indicó que había dejado el arma de manera provisoria en la mochila de la niña cuando pasó a buscar a un familiar y que luego olvidó retirarla.
Aunque se informó que lo hecho por el policía en Argentina "no configura un delito penal", se advirtió que "en la órbita administrativa se considera que esto es una grave falta a la seguridad, por lo que se procedió a la suspensión preventiva y pase a disponibilidad del efectivo policial, y se ha iniciado el sumario pertinente a los efectos de esclarecer el hecho y aplicar las sanciones correspondientes".