Un hospital de Louisiana, en los Estados Unidos, le negó el aborto a una mujer, a pesar de que los médicos le dijeron que su bebé por nacer no sobreviviría como consecuencia de una malformación de su cráneo.
Ahora Nancy Davis tendrá que continuar con su embarazo, sin esperanzas de que su hijo pueda nacer con salud o, incluso, con vida. “Es difícil saber que tengo que tenerlo para enterrarlo”, lamentó la mujer durante una entrevista a la prensa local, que recogió Univisión.
Davis y su pareja estaban emocionados por tener a su tercer hijo, por lo que se atendieron en el Woman’s Hospital, la mayor maternidad de Louisiana, para su primer ultrasonido a las 10 semanas de embarazo.
Sin embargo, el médico les dio la mala noticia que el feto no estaba en buenas condiciones. “El ultrasonido resultó anormal, se dieron cuenta de que al bebé le faltaba la parte superior de la cabeza y una parte del cráneo, la parte de arriba del cráneo no se había formado”, explicó la mujer.
El diagnóstico al que llegaron en el centro médico era que el bebé padecía de anencefalia, un defecto de nacimiento grave en el que el bebé nace sin partes del encéfalo y el cráneo.
Esta anomalía se produce cuando la parte superior del tubo neural no se cierra por completo, lo que resulta en el nacimiento de un bebé sin parte frontal del encéfalo y sin la parte encargada del pensamiento y la coordinación, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“No hay nada que hubiera querido más que tener este bebé”, lamentó Davis, quien, preparada para darle la bienvenida a su tercer hijo, tuvo que tomar la difícil decisión de pagar por un aborto en el hospital.
Las nuevas leyes antiaborto en EE.UU.
La situación de la familia se vio desvanecida, cuando los médicos le dijeron que, como la vida de la madre no estaba en riesgo y la condición del feto no calificaba dentro de la lista de condiciones para realizar un aborto en Luisiana, no podía realizarse el procedimiento.
“Ante la falta de una guía adicional, tenemos que ver las condiciones particulares de cada paciente y mantenernos dentro de las leyes lo más que podamos”, señaló a la prensa la vocera del hospital, Caroline Isemann.
Davis consideró entonces irse a otro estado con leyes menos restrictivas para poder realizarse el aborto seguro, pero su decisión no puede tardar tanto, ya que, además del tiempo que toma conseguir citas en las clínicas, en Florida el procedimiento está prohibido a partir de las 15 semanas.
En el caso de Carolina del Norte, el estado permite el aborto hasta la viabilidad del feto, entre las 24 y 26 semanas.
“Nunca, ni en un millón de años pensé que eso podría afectarme de esta forma”, lamenta Davis.
Como ella, cientos de casos salieron a la luz luego que, en junio de este año, la Corte Suprema de los Estados Unidos, pusiera fin a la histórica sentencia que legalizó el derecho al aborto hace 50 años.