Una magnífica forma de recompensar a nuestras abuelitas por todo su cariño y sabiduría es prestando atención a su alimentación, que las ayudará a superar los achaques propios de la edad.
El nutricionista Gerardo Bouroncle recuerda que en la tercera edad la alimentación debe ser rica en calcio y hierro, ya que la masa ósea y muscular disminuye a partir de los 60 años.
“Es importante que consuman lácteos (queso, yogur y mantequilla) de dos a tres veces al día. También pescados y carnes blancas acompañados de verduras frescas, que son ricas en fibra y facilitan el tránsito intestinal”, señala.
VARIOS SABORES:
Como el sentido del gusto se va perdiendo a una edad avanzada, a consecuencia de una atrofia en las papilas gustativas, es vital que la alimentación sea de variados sabores. Además, se sugiere reforzar la absorción de vitaminas A (mandarinas, melocotones y zanahorias), B (maíz, frutos secos, arroz y carnes) y C (fresa, naranja, limón, manzanas y pimientos).
AZÚCAR Y SAL
La gran mayoría de personas de la tercera edad debe controlar dos enfermedades metabólicas: diabetes e hipertensión. “No pueden echarle demasiada azúcar y sal a sus comidas, en busca de incrementar el sabor. Es mejor usar hierbas y especias naturales para potenciar el gusto. Así se controla su glucosa y la presión sanguínea”, remarca.