Conocida popularmente como la toxina botulínica es una proteína que se inyecta directamente en los músculos de la cara a través de un procedimiento médico. Su uso ayuda a prevenir y tratar  las arrugas y líneas de expresión. 

Elaine Chang Crespo, especialista en medicina estética láser de Aquamed, asegura que una buena aplicación de toxina botulínica no debería cambiar la expresión del rostro ni mucho menos deformarlo.

Explicó que esto solo ocurre cuando se aplica a los pacientes dosis inadecuadas. En ese sentido, resaltó que debe tomar en cuenta que las dosis o las zonas de aplicación son diferentes para cada persona. 

Chang Crespo señaló también que todo procedimiento debe ser aplicado por un especialista médico capacitado en la aplicación de esta toxina. En ese sentido, la especialista brindó seis recomendaciones a tomar en cuenta ante de la aplicación del botox:

1. Edad de aplicación. La edad ideal para aplicarse esta toxina es a partir de los 25 y 30 años. “Es el momento en el que empiezan a acentuarse las líneas de expresión”, afirmó Chang Crespo.

2.  Personas que no deberían aplicársela. No es recomendable el uso de botox para quienes padecen de enfermedades neuromusculares, así como aquellas personas que tengan parálisis facial o debilidad muscular.

3. Efectos secundarios. Pueden presentar lagrimeo, dolor de cabeza, enrojecimiento o equimosis (conocido como moretones) en la zona en la que se colocó la toxina.

4. Efectividad de la toxina. Los resultados se verán entre los tres y los siete días. Asimismo, la duración de esta sustancia es entre cuatro a seis meses. 

Su permanencia dependerá de las características del paciente, es decir, de factores como la edad, el tipo de piel, la fuerza de la musculatura y la gesticulación.

5. Se usa solo por cuestiones estéticas. Esta sustancia tiene también fines médicos, por ejemplo, para tratar la hiperhidrosis (exceso de sudoración), la migraña o casos de vejiga hiperactiva.

6. ¿Produce dolor? El ingreso de la sustancia al músculo es rápido y es indoloroso, por lo que no requiere de anestesia. Sin embargo, podría causar cierta incomodidad en el paciente, por ello se pueden emplear otros métodos para evitarla.

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