Antes de empezar a limpiar las paredes de tu hogar, lo primero que debes tomar en cuenta es reconocer su tipo de pintura. Si es de temple, no las podrás limpiar a fondo, solo lograrás librarla del polvo.
En cambio, la pintura plástica sí es lavable, pero también porosa, por lo que las manchas oscuras las tendrás que quitar con mucho esfuerzo.
Una vez que ya reconociste la pintura de las paredes de tu hogar, debes saber que las mejores épocas del año para limpiarlas es cuando el clima es templado, es decir, en primavera o a principios de otoño.
Así al limpiarlas con agua solo tendrás que abrir las ventanas para que se sequen más rápidamente.
¿Qué materiales necesitarás? Una escoba o un aspirador con cepillo, un plumero o un estropajo con mango, una toalla blanca, un balde con agua tibia y un chorrito de jabón, otro balde con agua tibia y limpia, y varios paños quita polvo.
Sigue al pie de la letra las indicaciones que te da el portal 'El Mueble' para conseguir unas paredes limpias.
1. Quita todos los cuadros y adornos de las paredes, así como los muebles que estén cerca. Cubre con papeles el suelo debajo de la zona que vayas a limpiar.
2. Con una escoba cubierta con una toalla quita el polvo de las paredes, también puedes hacerlo con el cepillo limpio de la aspiradora.
3. En el zócalo es donde mayor suciedad se acumula, para esta zona usa un plumero, un cepillo con esponja o un estropajo con mango.
4. Limpia las paredes con un paño blanco que no bote pelusas y que hayas mojado en el agua jabonosa.
5. Con el agua limpia del otro balde, saca los restos de jabón, abre las ventanas y deja secar.