Si hay algo lamentable que nos dejó el verano, fueron los casos de niños infectados en las piscinas por la denominada ameba 'comecerebros'. Sin embargo, estos espacios recreativos no son los únicos donde se puede contraer el parásito.
Marco Antonio Montiel, médico infectólogo de la Clínica Sanna, explica que la ameba suele habitar en aguas empozadas (estanques y lodos), y afecta a quienes tienen contacto con ellas.
Este parásito entra en el cuerpo humano cuando el agua con microbios pasa a la nariz, ya sea al nadar en piscinas infectadas o al bucear en algún lago. De la nariz pasará al cerebro, donde destruye el tejido cerebral provocando, en un 97 % de los casos, la muerte.
SÍNTOMAS
Luego que la ameba ingresa al organismo, no es común que se presenten síntomas de inmediato. La persona puede sufrir un cuadro gripal, con congestión nasal, dolor de cabeza y fiebre.
Si la ameba se introdujo a través del ojo, se desarrolla inflamación de la córnea, vista roja e incluso, úlceras.
Esta enfermedad puede confundirse con la meningitis en un primer momento. Luego, comienzan síntomas como rigidez en el cuello, convulsiones y alucinaciones a medida que la infección avanza. Los pacientes mueren entre uno y 18 días después de los primeros síntomas.
TRATAMIENTO OPORTUNO
Antes, este tipo de infección era mortal, ahora mientras más precoz es el diagnóstico, mejor se puede tratar.