Hace doce años, Liliana Jiménez (56) tuvo una gran idea: sumarse al número de vendedores de casas prefabricadas de Puente Piedra. Con el tiempo se convirtió en fabricante y hoy ha encontrado el éxito con la elaboración y venta de casitas para perros, en Lima Norte. Su empresa Casas Prefabricadas Mateo es la más buscada de la zona.
Tiene doce años haciendo este trabajo…Sí, pero como negocio propio solo llevamos siete años.
¿Cómo empezó?Yo trabajaba en un frigorífico ubicado por la avenida Elmer Faucett. Un día un amigo me trajo por esta parte de la Panamericana Norte, en Puente Piedra, y vimos las casas prefabricadas. Me interesó mucho el rubro de la carpintería y empecé como vendedora, luego fabricante, hasta que me independicé.
Pero empezó con casas normales…Sí, lo de los perros nace después. Quise engreír a mis perritos y les hice sus casitas. Como me quedaron bonitas, las exhibí en mi puesto.
Al público le gustó…Al principio no les hacían caso. De pronto la gente empezó a comprar y tenía hasta pedidos. Algunos clientes me solicitaban agregarles detalles. Es así como nuestras casitas empezaron a tener un toque distinto al resto.
¿Por qué Casas Prefabricadas Mateo?Es en honor a mi padre. Él me apoyó mucho para salir adelante y eso no lo puedo olvidar.
Me dice que engríe a sus perritos, ¿cuántos tiene?Tengo dos propios, pero los perros de mis vecinos siempre vienen a mi casa, también son como míos. Aunque no los puedo traer acá porque no estamos muy cerca.
La gente suele engreír bastante a sus mascotas, ¿no?Se ve más preocupada que antes, es muy bonito por ellos y por el negocio (risas). La idea es que los perritos también tengan un techo y todas las comodidades.
¿Dónde pueden encontrarla?En el kilómetro 21.5 de la Panamericana Norte, en Puente Piedra. Estamos para atenderlos.
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