No tener trabajo es una dura etapa. Escuchar las palabras “La empresa ya no necesita de sus servicios, está despedido”, caen como un baldazo de agua fría y activa miedos que se traducen en preguntas como: ¿De qué voy a vivir ? ¿Cómo voy a pagar las cuentas? ¿Ahora qué hago? Sentir temor y tristeza por la pérdida del empleo es normal, lo que no es saludable es hundirse en la depresión y creer que la vida acaba con el cierre de un ciclo laboral.
Para el psicoterapeuta José Baldeón Valdivia, director del Centro Nuevas Sendas, la frustración y las preocupaciones financieras que acarrea el desempleo puede causar una fuerte depresión que se alerta con síntomas de irritabilidad, ansiedad, falta de sueño, poco apetito, tristeza profunda, incluso la persona se puede alejar de amigos y familiares. ”Cuando se pasa por una situación de pérdida, en este caso de un puesto de trabajo, muchos tratan de negar el dolor emocional que pueden estar experimentando, en lugar de verbalizar para regular aquellas emociones negativas y transformarlas en la visión de nuevas oportunidades”, explica.
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RESILIENCIA
En estas circunstancias, es necesario potenciar la propia capacidad de adaptación a las circunstancias adversas, aprender de ellas y superarlas. “Los cambios no siempre son negativos. Las personas con una actitud resiliente tienden a conseguir pronto una nueva actividad laboral, porque creen en su propio potencial, analizan y buscan nuevas opciones para su futuro financiero como iniciar un negocio, hacer sociedad con un amigo, cambiar de rubro, etc.”, agrega Baldeón.
ESTAR MOTIVADO
Aunque no resulte sencillo, proponerse pequeños retos cotidianos contribuirá al optimismo de la búsqueda de empleo. Puede empezar por planificar y cumplir con un cronograma de los momentos del día en que está buscando trabajo, enviar su CV, si va recibir una capacitación, también puede incluir momentos para actividades familiares y sociales.
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NO SE DESESPERE
No postule ni acepte cualquier oferta, actualice su CV y postule a vacantes que en verdad cumplan con sus expectativas. Tampoco caiga en el error de hablar mal de su anterior trabajo. Esta acción dará una impresión poco profesional. Enfóquese en los aprendizajes que obtuvo, logros y buenas experiencias. Por último, busque apoyo. Hablar con alguien que nos aprecia sobre el mal momento que vivimos permite ver una perspectiva diferentes y sentir optimismo.
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