Rosa, de 80 años, tenía varias enfermedades a la vez: era hipertensa y diabética, sufría de artrosis, insuficiencia renal y párkinson, por lo que acudía a diferentes médicos para tratar cada uno de sus males.
Rosa llegó a tomar cerca de 15 pastillas diferentes al día y, a veces, agregaba algunas vitaminas y tónicos que le traían sus nietos de los Estados Unidos.
A veces no lograba conseguir una cita con cada especialista y eso la estresaba.
Acudió a mi consulta muy mareada y cansada, con la presión muy baja.
Muchas de las medicinas que recibía se interponían o sumaban sus efectos. Rosa estaba polimedicada.
Muchas veces es necesario que el paciente tenga un médico de cabecera, de cualquier especialidad, pero que lidere el tratamiento para que revise las medicinas que toma el paciente.
Si se trata de un adulto mayor, se recomienda que sea un geriatra.
Día del Geriatra
Este 20 de noviembre se celebró el Día del Geriatra, por lo que les envío un fuerte abrazo a mis colegas.