
La menopausia es una etapa de la mujer que trae muchos cambios; psicológicos y físicos. Algunas experimentan los famosos ‘bochornos’, insomnio, dificultad para bajar de peso, ansiedad, entre otros síntomas. También, debemos mencionar que el deseo sexual disminuye en algunos casos y muchas de ellas, prefieren evitarlo, cuando existen varias alternativas para que puedan disfrutar de su sexualidad.
La psicóloga Massiel Martel, fundadora del centro psicológico PSIEL nos comenta que la menopausia es una etapa natural que muchas mujeres vivirán por un largo tiempo debido al aumento de la esperanza de vida. Aunque aún existen estigmas y presiones sociales relacionadas con la juventud, muchas mujeres atraviesan esta etapa sin mayores dificultades e incluso disfrutan más de su vida.
EL SEXO EN LA MENOPAUSIA
El proceso empieza antes de que se detenga la menstruación, en la perimenopausia, que puede durar cerca de diez años. Este cambio, influido por la genética, suele ocurrir entre los 45 y 55 años, aunque puede adelantarse por cirugías o tratamientos médicos. La disminución de hormonas sexuales genera varios síntomas, por lo que es importante reconocerlos y saber cuándo buscar ayuda.
¿CÓMO AFECTA EL ESTADO EMOCIONAL DURANTE LA MENOPAUSIA?
Durante la menopausia, es normal experimentar cambios en el estado de ánimo, como tristeza, irritabilidad, ansiedad o problemas para dormir. Estos cambios pueden hacer que las emociones se sientan más intensas y afectar la relación con la pareja, generando confusión o malentendidos. Hacerse preguntas y hablar abiertamente sobre lo que se está viviendo puede ayudar a fortalecer la comunicación y a enfrentar esta etapa con más comprensión y apoyo mutuo.
¿CÓMO AFECTA LA MENOPAUSIA A LA VIDA SEXUAL DE LAS MUJERES?
Durante la menopausia, es común notar cambios en el cuerpo debido a la baja de hormonas como los estrógenos y la progesterona. Pueden aparecer sofocos, sudoración nocturna, problemas para dormir y sequedad vaginal, lo que a veces causa molestias durante las relaciones sexuales. Sin embargo, el fin de la menstruación no significa que se acabe la vida sexual ni el placer. Cada mujer vive esta etapa de manera diferente, y seguir disfrutando de una sexualidad plena sigue siendo posible y valioso.
¿QUÉ HACER PARA TENER UNA SEXUALIDAD PLENA EN LA MENOPAUSIA?
Cada mujer experimenta la menopausia de manera distinta, por eso es importante identificar qué le funciona a cada una. Aunque implica ciertos cambios, esta etapa no significa el fin de la sexualidad.
- Adaptarse puede requerir hablar abiertamente con el ginecólogo, especialmente si hay molestias como la sequedad vaginal, que pueden aliviarse con hidratantes o lubricantes.
- Los ejercicios del suelo pélvico también contribuyen a mejorar la sensibilidad y el placer.
- La comunicación con la pareja es clave para mantener la conexión emocional y el deseo.
- En algunos casos, productos naturales como la maca pueden ser útiles.
- Aceptar los cambios del cuerpo y explorar nuevas formas de intimidad permite seguir disfrutando de una vida sexual plena y satisfactoria.
¿CÓMO PUEDO HABLAR CON MI PAREJA SOBRE LA MENOPAUSIA Y EL SEXO?
Hablar con la pareja sobre lo que se disfruta y lo que no en la intimidad, los momentos en los que una se siente más tranquila, qué posturas resultan más cómodas, si ahora se necesita más tiempo para excitarse, o si hay preocupaciones sobre los cambios en el cuerpo, puede fortalecer la relación. También es útil explorar formas de conexión física más allá de la penetración, como los masajes o el sexo oral, buscando siempre el bienestar y el placer compartido.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA MEJORAR MI SALUD SEXUAL DURANTE LA MENOPAUSIA?
Durante la menopausia, cuidar el cuerpo es clave para sentirse bien tanto física como emocionalmente.
- Realizar actividad física con regularidad ayuda a tener más energía, mejora el ánimo y refuerza la autoestima.
- Evitar el consumo de alcohol y drogas también favorece el bienestar, ya que el cuerpo puede volverse más sensible a sus efectos.
- los ejercicios del suelo pélvico, como los de Kegel, fortalecen los músculos íntimos y pueden mejorar la experiencia sexual.
Iniciar con pequeños cambios, como dedicar unos minutos al día al autocuidado, puede generar grandes beneficios en esta etapa.
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