La llegada de un hijo debería ser un motivo más de unión para la pareja, pero a veces se convierte en una excusa para que se separen. Esto suele ocurrir por la falta de madurez del hombre o de la mujer, quienes no saben cómo lidiar con la nueva responsabilidad. Es común también que el varón tema asumir el compromiso, porque aún no ha aprendido a ser responsable de sí mismo.
“Probablemente no sabe cómo afrontar la paternidad, las demandas económicas y sociales, o teme truncar sus expectativas profesionales y por eso huye”, dice el psicólogo Walter Patricio Peralta.
Su reacción también podría estar relacionada al egocentrismo, el deseo de seguir siendo soltero. Todos esos temores le hacen perder el control e incluso es capaz de poner en duda su paternidad y responsabilizar a la mujer por no haberse cuidado.
QUÉ HACER
Lo mejor es calmarse y analizar la situación. Si te das cuenta de que ambos no han podido manejar la responsabilidad del nuevo hijo, deben acudir a terapia de pareja para que aprendan a apoyarse mutuamente. Si es él quien se quiere ir, debes invitarlo a conversar.
Pregúntale cómo se sentiría si él fuese la madre y evita presionarlo, en lugar de eso, muéstrale una fantasía guiada por proyección.
“Para ello, deben acercar al esposo al bebé, hacerle pensar cómo sería el futuro. Si aún así él desea irse y no está dispuesto a coordinar, se debe hacer que asuma su responsabilidad de manera legal”, dice Patricio Peralta.