Dolor de cabeza, mal aliento, mareos, problemas visuales, pesadez o indigestión, afecciones cutáneas son algunos de los síntomas que pueden presentar las personas con colesterol malo (LDL). Si no se trata a tiempo, el paciente tiene el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
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Doctora Rocío Medina, vicepresidenta del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife nos cuándo el colesterol se vuelve dañino para la salud y nos da algunas recomendaciones para tener una vida saludable.
¿Qué es el colesterol? ¿Por qué se vuelve dañino para nuestra salud?
El colesterol es un lípido esencial que nuestro organismo produce y también se obtiene a través de la dieta. Desempeña funciones vitales, como la producción de hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan en la digestión. Sin embargo, niveles elevados de colesterol en la sangre pueden ser perjudiciales para la salud.
El aumento del colesterol en sangre puede deberse a una producción excesiva por el organismo o a una ingesta elevada a través de la dieta. En algunos casos, factores genéticos, como el hipercolesterolemia familiar, provocan una producción excesiva de colesterol que no es controlable mediante cambios en el estilo de vida. Esta condición genética se caracteriza por niveles altos de colesterol desde el nacimiento, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El exceso de colesterol en la sangre puede conducir a la formación de placas ateromatosas en las arterias, lo que provoca su obstrucción y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Mantener niveles adecuados de colesterol es fundamental para la salud cardiovascular. Esto se puede lograr mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular y, en algunos casos, medicación prescrita por un profesional de la salud.
¿Cómo saber si tengo el colesterol alto?
El colesterol es un tipo de grasa esencial para el organismo, distinta de los triglicéridos. Se clasifica en lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), baja densidad (LDL) y alta densidad (HDL). Las VLDL y LDL son partículas pequeñas y densas que pueden formar placas en las arterias, mientras que las HDL ayudan a transportar el colesterol de vuelta al hígado para su metabolismo.
¿Qué alimentos me pueden ayudar a prevenir?
Para mantener niveles saludables de colesterol, es fundamental revisar nuestra alimentación. Se recomienda que las grasas no superen el 30% del total de calorías diarias, y que las grasas saturadas no excedan el 10% de ese total. Por ejemplo, si consumes 2,000 calorías al día, no más de 200 calorías (22 gramos) deben provenir de grasas saturadas.
Incorporar alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como pescados grasos (salmón, caballa, sardinas), frutos secos y semillas de lino, puede ayudar a reducir el colesterol LDL y aumentar el HDL. Además, consumir legumbres al menos tres veces por semana aporta fibra y nutrientes que contribuyen a mantener niveles óptimos de colesterol.
Incluir en la dieta grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva extra virgen, palta, aceite de palta, aceite de uva, las aceitunas y semillas de almendras, pistachos y nueces. Estos alimentos son fuente de ácidos grasos poliinsaturados, como los Omega 3, Omega 6 y Omega 9.
Mantener una dieta equilibrada y controlar la ingesta de grasas saturadas son pasos clave para prevenir el colesterol alto y promover la salud cardiovascular.
¿Qué alimentos debo evitar?
Es recomendable evitar el consumo de grasas saturadas presentes en alimentos de origen animal, como: la carne de res, cerdo y pollo, así como las grasas derivadas de estos productos. En su lugar, es preferible optar por carnes magras.
Además, el consumo excesivo de carbohidratos, como el azúcar, pan, pasta, arroz, postres y helados, pueden elevar los niveles de triglicéridos en la sangre. Aunque se podría pensar que al no consumir grasas los triglicéridos no aumentarán, los carbohidratos pueden, a nivel hepático, producir un exceso de triglicéridos en la sangre.
¿Qué acciones complementarias puede realizar para reducir el colesterol?
Mantener una salud cardiovascular óptima requiere un enfoque integral que abarque diversos aspectos de nuestro estilo de vida. El ejercicio regular es fundamental, ya que ayuda a reducir la grasa intraabdominal y a mantener un peso adecuado. Además, una alimentación equilibrada, con una reducción en el consumo de carbohidratos, es esencial para el bienestar del corazón. Dormir bien y gestionar adecuadamente el estrés son igualmente importantes, dado que el estrés y la falta de sueño afectan negativamente al sistema cardiovascular.
Para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, es crucial consultar con un cardiólogo antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio. El médico podrá recomendar el tipo de actividad física más adecuada según la patología específica de cada paciente. En resumen, cuidar la salud del corazón implica adoptar hábitos saludables en nuestra vida diaria, abordando de manera holística todos los factores que influyen en el sistema cardiovascular.
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