Tu cuerpo pide dulce. Una torta selva negra o una pie de manzana cruzan por tu cabeza. Las ganas de comer algo con azúcar se vuelven incontrolables. Seguramente has pasado por esta sensación en más de una ocasión. Y aunque parezca un capricho, dejarse llevar por esas tentaciones puede arruinar una dieta saludable. A continuación, algunos alimentos para saciar ese antojo de postre, pasteles o caramelos.
5. Yogures y frutos secos
Yogur azucarado, budín, pasteles... Una alternativa dulce y saludable es reemplazar estos alimentos con yogur natural y agregar arándanos, fresas, una pequeña cantidad de avena o una cucharada de avena.
4. Camote
Casi desde el primer bocado, la dulzura del camote te saciará. Aunque es posible que no sepas qué hacer con este tubérculo, este alimento versátil es perfecto para el desayuno, el almuerzo y hasta uno de esos antojos repentinos por la tarde. Puedes hacer panqueques o usarlo como base para pasteles caseros.
3. Fruta o pasas
En algunas frutas se puede también encontrar esa misma sensación que producen los productos muy azucarados. Sucede igual con la fruta seca o deshidratada, un buen puñado de pasas o guindones suele funcionar. Este alimento puede ser un ingrediente saludable para preparar bizcochos caseros saludables.
2. Mantequilla de maní
Cuando los antojos de dulzura acechan, la mantequilla de maní o la crema es otra opción saludable. Este es un dulce natural de alta energía con un poderoso efecto de saciedad. Por lo tanto, esta crema untada en una tostada integral es un sustituto perfecto para otras opciones como las mermeladas.
1. Chocolate (saludable)
Si amas el chocolate (como muchos por aquí), la mejor manera de calmar este deseo no tiene que ser dejar de comerlo. Simplemente elige un chocolate más saludable. Para los expertos, es mejor verificar el porcentaje de cacao en la etiqueta: cuanto más cantidad, menos azúcar añadidos y grasa tendrá.
¿Cómo ahorrar dinero al cocinar?
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
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