En la actualidad, el país se encuentra atravesando una caótica crisis climática a causa del calentamiento global, mostrándose como una amenaza muy grave donde se plantean grandes desafíos tanto para la agricultura como para las comunidades de las cuales dependemos.
En ese contexto, es importante tomar las medidas necesarias para evitar riesgos en la seguridad alimentaria, entre estos riesgos tenemos los biológicos como: bacterias, parásitos, virus, toxinas. Los riesgos químicos: metales pesados, pesticidas. Físicos: objetos extraños incorporados en la cadena productiva, los cuales pueden ocasionar daños a la salud y por último los riesgos por alérgenos presentes en: leche, huevos, gluten, frutos secos, mariscos, entre otros.
“La inocuidad es una condición que exime al alimento de todo riesgo que atente contra la salud del consumidor. Una forma de asegurarnos de consumir alimentos inocuos es verificar la fecha de vencimiento, observar que estén correctamente sellados o tapados, que tengan registro sanitario y que presenten olores y colores característicos de dicho alimento” señaló, Oscar Jordán, director de Escuela de Ingeniería en Industrias Alimentarias de la Universidad Le Cordon Bleu.
Por ese motivo el especialista de la ULCB nos brinda 5 reglas fundamentales que debemos tener en cuenta para evitar riesgos en la conservación de los alimentos:
1. Mantener una limpieza adecuada: Lavar y desinfectar los alimentos con agua limpia al momento de consumirlos para así eliminar a todos los microorganismos que puedan estar presentes en ellos.
2. Separar alimentos crudos de cocidos: Usar utensilios diferentes (cuchillos y tablas) para cada tipo de alimento.
3. Cocinar completamente los alimentos: Sumergir los alimentos en agua hirviendo ayuda a matar la mayor parte de bacterias peligrosas que habitan en dichos alimentos.
4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras: Esto puede variar de acuerdo a la naturaleza del alimento, se pueden almacenar los alimentos secos o de baja humedad en envases herméticos, los alimentos húmedos se deben almacenar en refrigeración y/o congelación y los alimentos con humedad elevada pero sellados o envasados como leche, conservas, mermeladas, entre otros, pueden conservarse al ambiente siempre que no hayan sido abiertos.
5. Usar agua y materias primas seguras: El agua que se utiliza para lavar los alimentos, utensilios de cocina y para la preparación de alimentos puede ser hervida, clorada o purificada para así evitar enfermedades del estómago como la diarrea o vómitos.
Para finalizar, cuando los alimentos son inocuos se puede aprovechar plenamente su valor nutricional, ya que aporta una mejor salud y calidad de vida para los consumidores.
“Las empresas del rubro de alimentos tienen la responsabilidad a través de sus actividades respetar el marco normativo que establecen las autoridades competentes del país y, además, contar con un Área de Control de Calidad que asegure que el alimento producido sea inocuo para el consumidor”, finalizó Oscar Jordán.