En este artículo encontrarás las principales acciones a tomar en casos de emergencia. De esta manera atenderás correctamente a tus pequeños en una situación adversa.
Se dan un buen chinchón...
Para bajarlo y calmar el dolor, coloca sobre el chinchón una compresa de agua fría. El chinchón será menos evidente si después del golpe, frotas la zona con una poco de aceite.
Otra solución para atenuar el chinchón es humedeciendo tus guantes de cocina. Uno de ellos lo pones sobre la zona afectada, mientras dejas el otro en el congelador. Al cabo de un par de minutos, los cambias. Es decir, le pones al niño el guante frío sobre el chinchón, y el otro lo pones a enfriar. Repite la operación tres o cuatro veces y verás qué buenos resultados.
Se hacen una herida o corte...
Lava bien la herida con agua y jabón. Si es pequeña tienes que dejarla al aire libre para que se seque. Y si es más profunda, pon una gasa para evitar infecciones. Nunca pongas algodón directamente sobre la herida.
Les sale sangre por la nariz...
En este caso, para frenar la hemorragia debes inclinarles la cabeza hacia atrás y presionar sobre los orificios de la nariz.
Tienen quemaduras leves...
Lava con agua y protege la zona afectada con una gasa. Es mejor no aplicar cremas.
Sufren una insolación...
Debes sentarlos a la sombra en posición vertical y aplicar compresas frías en la frente, muñecas y tobillos. Dales a beber agua a pequeños sorbos.
Tienen una fractura...
Lo más inmediato es inmovilizar el miembro afectado y, a continuación, acudir rápidamente a un centro hospitalario.
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