HISTORIAS QUE INSPIRAN. Arturo Salvador Bazán Polo (35) no entra en conflictos con sus dos profesiones, pues ambas están relacionadas con los niños y las desempeña con mucha dedicación, alegría y, sobre todo, humor. Lleva algunos años como ‘Payapito’ y otros más como maestro de Historia y Lenguaje en un colegio de primaria.
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Hijo de padres cajamarquinos, de lunes a viernes se aleja de los globos y la magia para ponerse camisa y corbata, y dirigirse al centro educativo donde sus alumnos lo esperan. “Desde niño jugaba a ser profesor, por eso estudié docencia. Pero no hay nada más satisfactorio que mi trabajo como payaso”, comenta el artista, quien también lidera y es la voz de un grupo musical.
“El arte lo heredé de mi papá, él toca violín y es un gran músico. Yo aprendí a tocar violín y requinto”, agrega. ‘Payapito y su orquesta’ pone a bailar a más de uno al ritmo de cumbias y huaynos. Él vive en Ventanilla pero se pasea por todo Lima animando eventos.
Aunque son dos actividades distintas, sus clientes de fiestas privadas le ‘exigen’ que cante vestido de payaso. “Todo fue porque llegué tarde a un show musical y estaba vestido de payaso, entonces les dije que me dieran un tiempo para desmaquillarme, pero me dijeron que no, ‘que lo hiciera mejor como payaso’. Subí el video a mis redes sociales y desde ese día los clientes me piden lo mismo”, se carcajea, mientras comenta que muchas veces tiene que hacerla de ‘payamariachi’ y cantar las mañanitas a las cumpleañeras.
“Ser profesor también te trae muchas alegrías. Creo que la enseñanza con amor es fundamental para los niños y jóvenes”, indica. Sus alumnos saben que es payaso, pero no lo fastidian ni le hacen bromas. “Felizmente soy amigo de todos y me quieren”, se ríe. “Mi trabajo como payaso es lo mejor que me pudo pasar. Me hace feliz y me quita el estrés”, confiesa el artista.
Como buen peruano se las ha ingeniado para ganarse el pan. “Fui mototaxista, pero por falta de tiempo ya no hago ‘carreras’ en la moto, pero sí la uso para transportarme”, cuenta.
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No todo ha sido color de rosa para el payasito multifacético. No es en vano el famoso dicho: Detrás de la sonrisa de un payaso, hay un rostro triste. En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Arturo Bazán cambió para siempre. “Con la muerte de mi hermano menor aprendí a valorar a mi familia, pero sobre todo a valorar el tiempo que le dedico”, se quiebra por unos segundos. Aunque prefiere no recordar ese duro momento, sus lágrimas nos demuestran que la herida sigue abierta.
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Payasito anima fiestas infantiles, pero también es un responsable ingeniero
En el Día del Payasito Peruano, emprendedor natural de Chincha es un destacado profesional, que en sus ratos libres, anima fiestas, baby showers, bautizos y todo tipo de eventos.
Peruano que se respeta. Su trabajo como ingeniero requiere mucha concentración en las obras, porque la responsabilidad que los proyectos se cumplan a tiempo recae en él. Franco Huamán Rojas (28) es un profesional comprometido con su carrera profesional, pero también es amigo del arte y del humor. Hoy, que se celebra el día del payasito peruano, Trome encontró a este emprendedor, que divide su tiempo, entre fiestas infantiles y trabajos de construcción.
Huamán es natural de Chincha, y es conocido por sus amigos como el ‘Payasito Ingeniero’ dada su profesión y porque continúa ejerciendo su carrera. Su pasión por el humor inició en el 2011, y desde entonces ha realizado fiestas infantiles, baby showers, matines y diversos eventos en Lima y provincias con su espectáculo ‘Galletita Show’.
“En mi familia, nadie es payasito; soy el primero. Mi pasión por payaso nace desde niño, siempre quise hacer reír a los demás, y ahora estoy cumpliendo mi sueño”, comenta el profesional.
A pesar que tiene responsabilidades como ingeniero, Huamán anima fiestas infantiles en sus días libres y los fines de semana. Ahora esta a cargo de un proyecto en Marcona, Ica, pero eso no le quita la oportunidad de maquillarse, ponerse su peluca y su traje de colores cuando se trata de darle vida al ‘Payasito Ingeniero’. “Cuando estoy en la oficina, hago mis trabajos con mucha seriedad; ya saliendo, bromeo con mis compañeros. Sé separar mi profesión con mi pasión por el arte”, cuenta.
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