‘Mamá, quiero ver dibujos’, ‘Papá, no me gusta la sopa, prefiero papas fritas’, ‘Hoy no me quiero bañar’, ‘Mami ¿me compras ese regalo?’... Sin darse cuenta, los padres cometen el error de complacer y consentir a sus hijos en la mayoría de sus peticiones. Y lo hacen para evitar escuchar sus llantos y rabietas. Aunque parezca no tener importancia, realmente la tiene, porque estás criando a un niño que no tendrá autonomía, pedirá siempre que le hagan las cosas y será un adulto inseguro.
La psicóloga Juliana Sequera recomienda a los padres no caer en la sobreprotección del hijo y recomienda hacer lo siguiente:
- Dale reponsabilidades de acuerdo a su edad (limpiar su cuarto, levantar su plato, ordenar su mochila para el colegio, etc.).
- Establece límites y normas en casa (se come todo lo que mamá cocina, no se baja de la mesa hasta que se termine de comer, etc.).
- A veces es bueno decirle ‘no’ para que sepa cómo manejar las frustraciones.
- Enséñale a compartir y valorar lo que le das. Dile que todo tiene un esfuerzo y recompensa.
- Explícale que debe hacerse cargo de su aseo personal, no lo trates como un bebé y permite que se lave bajo tu supervisión.
- Fomenta su independencia.
- Escucha y respeta sus decisiones.
- No le des regalos si no tienes un motivo en especial, hazlo siempre y cuando se los haya ganado con un esfuerzo o una buena calificación.
¿Por qué los padres actúan así?
- Como los padres trabajan y están poco tiempo con los niños, piensan que así compensan sus horas de ausencia en casa.
- Es más cómodo darles lo que piden, como lo quieren y en el momento en que lo quieren, solo para que se calmen.
- Entienden que sus hijos deben contar todo lo que ellos no pudieron tener de chicos.
- Cuando los padres están separados es común que colmen de caprichos a sus hijos porque así compran su amor.
“Recuerda que para tener una familia feliz, todos deben cumplir sus responsabilidades en casa, incluyendo padres e hijos, no se trata de que la mamá lo haga todo”, dice la experta.