El juego es importante y beneficioso para tu hijo. Pero si no puedes salir con él al parque u otro lugar con frecuencia, las adivinanzas se convertirán en tus mejores aliadas.
“Cuando inicias esta actividad lúdica los chicos ponen toda su atención en escuchar lo que dices y asimilarlo para comprenderlo y hallar la respuesta. Esto hace que sus cerebros trabajen con mayor rapidez”, señala el psicoterapeuta Walter Hinojosa. Además, existen otros beneficios. Por ejemplo:
Fomenta la creatividad y curiosidad. Al escuchar la adivinanza se siente impulsado a descubrir su respuesta, haciendo que su imaginación vuele al máximo.
Refuerza la seguridad en sí mismo. Cuando consigue resolverla toma más confianza en sus conocimientos y se anima a participar más.
Desarrolla la tolerancia. Para saber el resultado de la adivinanza debe entenderla, por eso necesita ser paciente y escuchar atentamente.
Potencia el lenguaje oral. Al aprenderla y compartirla con sus amigos incluye nuevas palabras a su vocabulario.
Estrecha los lazos familiares. El disfrute del tiempo compartido con las adivinanzas será una reafirmación del amor que se tienen.
ADIVINA, ADIVINADOR
- ‘Soy pequeño y blandito y mi casa llevo sobre mi lomito. ¿Quién soy?’ El caracol.
- ‘Si sopla el aire, a la cara viene. Quien es calvo no lo tiene. ¿Qué es?’ El pelo.
- ‘¿Quieres té? ¡Pues toma té! ¿Sabes ya qué fruto es?’ El tomate.
SABÍAS QUE...
El acertijo que le propongas a tu hijo debe ser para su edad, así lo entenderá mejor y podrá hallar la respuesta sin problemas.