El crecimiento es un proceso que se inicia con la fecundación y termina en la adolescencia. La talla depende de factores genéticos (sexo, raza, talla); así como el ritmo de maduración de los padres; es decir niños que crecen antes porque su desarrollo puberal se inicia antes y otros más tarde. Influye además una nutrición equilibrada, un adecuado descanso y realizar actividad física.
MIRA ESTO: ¿Cómo enseñar a mis hijos a no burlarse de los demás?
Existen enfermedades crónicas severas que pueden afectar el crecimiento como el haber nacido con bajo peso o prematuro, tener obesidad; así como déficit hormonal. El estrés psicológico, como la falta de afecto o abandono, también puede influir en alcanzar el potencial genético. En situaciones de una disminución del crecimiento el niño debe ser derivado a un endocrinólogo pediatra para iniciar el seguimiento y estudios pertinentes.
LEE AQUÍ: ¿Es importante leerle un cuento a nuestros hijos por las noches?
Por ello, la Dra. María Elena Calderón, especialista en endocrinología, recomienda tener en cuenta lo siguiente para fortalecer el crecimiento sano de tu hijo:
♦DIETA EQUILIBRADA. Consumo de proteínas (pescados, pollo, carnes rojas entre 1 a dos veces por semana, huevos y leche), así como ofrecer en forma diaria verduras, frutas, cereales y legumbres. Minimizar golosinas, grasas trans, alimentos ultra procesados, gaseosas, entre otros.
♦DORMIR. El descanso es esencial para su desarrollo. Se recomienda esta guía de tiempo de sueño por día.
Recién nacidos hasta los 3 meses: 14 a 17 horas
Entre 4 y 12 meses: 12 a 16 horas (incluyendo las siestas).
En el primer año: 11 a 14 horas (incluyendo las siestas).
Entre los 3 y los 5 años: 10 a 13 horas (incluyendo las siestas).
Entre los 6 y los 12 años: 9 a 12 horas
Entre los 13 y los 18: 8 a 10 horas
♦ACTIVIDAD FÍSICA. Los bebés menores de un año: Deben estar activos todos los días. Si aún no gatean, ayudarlos moviendo la cabeza, el cuerpo y las extremidades. Incluir al menos 30 minutos boca abajo en el día cuando esté despierto. Para los niños de 1 a 2 años la actividad todos los días durante al menos 3 horas (mover, rodar, brincar y correr). En el caso de preescolares de 3 a 4 años; al menos 3 horas al día de actividades, incluido el juego y el aire libre. Se recomienda 1 hora de actividad de intensidad moderada a vigorosa. Y, finalmente, en niños de 5 a 18 años realizar ejercicio aeróbico de 1 hora diaria y de fortalecimiento muscular y óseo 3 o más veces por semana tiene claros beneficios fisiológicos y psicosociales a corto y largo plazo.
DATITO
Si desea saber cómo está creciendo su niño puede visitar www.creciendobien.com, que proporciona herramientas como curvas de crecimiento, calculadora de peso y talla para la edad.
MÁS INFORMACIÓN:
Distintos hábitos alimenticios en la pareja pueden llegar a separarla
Economía: 5 tips para cumplir tus metas financieras este 2023
Clases de verano: ¿Qué beneficios tiene que los pequeños aprendan a escalar?