Mentirosos, malditos mentirosos. Siempre existirán. Nos engañan, perjudican y, muchas veces hacen de nuestras vidas un calvario. Ahora, ¿cómo reconocer a un mentiroso? ¿Cómo identificar a aquellas personas que no dicen la verdad? Felizmente la Ciencia nos ayuda hasta en esto. Los psiquiatras tienen la respuesta y está en un viejo personaje de TV. Esto es más interesante de lo que te imaginas (¡y no es mentira!).
Sabemos que mentir está mal, de hecho, al hacerlo, normalmente sentimos malestar, pero lo cierto es que, con el tiempo, el cerebro se adapta y nos afecta menos. A estar en el lado del engañado, probablemente, nos acostumbremos con menos prisa. Pero si tienes la sensación de que alguien te está mintiendo, puedes descubrir la verdad usando el método Columbo, llamado así por el famoso detective de televisión. ¿Cómo reconocer a un mentiroso? Sigamos.
No es una broma. Esta táctica, usada por los psiquiatras, está pensada especialmente para que los médicos identifiquen cuándo sus pacientes están siendo sinceros o no, pero podría aplicarse a cualquier persona sospechosa de estar dando información falsa.
Los aficionados del detective de esta serie de televisión del los años 60, interpretado por Peter Falk, estarán familiarizados con su método para conseguir que sus sospechosos se expongan: principalmente consiste en hacerse el tonto y realizar preguntas que fingen estar desprovistas de intención. Según informa el Daily Mail, Scott Beach, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) asegura en un informe de esta institución, que esta es la mejor forma para que los profesionales lleguen a la verdad.
LA ESTRATEGIA, PASO A PASO
Según los expertos, la estrategia consiste en:
1. Repetir las mismas preguntas, aparentemente triviales, a intervalos erráticos para que la otra persona se sienta libre de hablar.
2. Fingir una actitud confusa y excéntrica, que dé la impresión de ser incompetente.
3. Ser amable incondicionalmente; y cuando el otro esté lo suficientemente relajado, deslizar la pregunta que querías hacer inicialmente.
4. De este modo, la persona que miente se confía, se acerca y puede cometer errores de coherencia o dar información reveladora.
Beach ilustra la técnica con el ejemplo de un paciente de psiquiatría que muestra inconsistencias en su historia, en la que culpa de su depresión a la reciente muerte de su hermano: “Parece que estás tremendamente afectado por la muerte de tu hermano, pero según veo en los archivos, tu hermano también murió en 2006, 2008, 2011 y el año pasado. ¿Eran hermanos diferentes?”, podría preguntar el especialista. El truco, dice, es cuestionar de manera curiosa, dando la impresión de que lo que mueve la pregunta es verdadero interés por entender correctamente.
Los profesionales cuentan que la mentira es habitual en consulta. Algunos pacientes minimizan los síntomas por temor al estigma de ser etiquetados con una enfermedad mental, o los exageran por una necesidad de atención; otros mienten sobre cuánto alcohol beben o el ejercicio que realizan. El estudio es parte de un programa de entrenamiento a gran escala que se está ideando para ayudar a los profesionales de salud mental a determinar si los pacientes los están engañando o no.
En los intentos por sacar a flote la verdad en cualquier momento, cada disciplina se esfuerza a su manera. Un equipo de neurólogos la Universidad de Zurich (Suiza) identificó el mecanismo cerebral que gobierna las decisiones entre honestidad y egoísmo. Así, usando estimulación transcraneal por corriente continua (a través de electrodos en el cuero cabelludo) sobre la región prefrontal dorsolateral derecha del cerebro, los científicos consiguieron incrementar el comportamiento honesto de las personas.
Otro truco que te da la ciencia para saber si los demás son sinceros: ¿Dice palabrotas/lisuras/malas palabras? Créele.
Fuente: Agencia Nmas1