Con el boom de las barberías o barber shops atendidos por jovencitos que lucen tatuajes y cortes de cabello extravagantes, y donde además, se escucha puro rap o el reciente género del trap, hay un local muy humilde que se resiste a morir. Se trata de la Peluquería y barbería ‘Coquito’ de Floriano Gordillo Centurión (76) y su compañero y trabajador de toda la vida Fernando Bazalar Nonato (71). Ambos tienen más de 40 años cortando el pelo a los caballeros “más adultos” de Villa El Salvador.
Su barbería luce como una de antaño, ¿eso le gusta a sus clientes?
Floriano: Sí, es una barbería tradicional. Aquí no pegamos fotos de modelos en las paredes ni letras grandes (grafitis) como en las de ahora. Nuestro local es tranquilo e iluminado.
¿Los servicios también son clásicos?
Floriano: Claro, los cortes que hacemos son clásicos para caballeros conservadores. Lo mismo el servicio de bigote y barba.
Esa moda de raparse la cabeza y hacer figuras o letras en ella, ¿ustedes las hacen?
Floriano: No, aquí solo usamos tijeras y máquinas para cortes sencillos.
Fernando: Además, esos cortes con figuras y letras son para los jóvenes, nosotros atendemos a caballeros más adultos, como nosotros.
¿De qué edad son sus clientes?
Floriano: Tienen desde 60 hasta 100 años, imagínese.
Fernando: Son clientes que empezaron cortándose el cabello y la barba con nosotros. Luego, con los años, trajeron a sus hijos y ahora conocemos hasta a sus nietos.
¿Alguna vez han tenido un cliente insatisfecho con el resultado?
Floriano: Yo no, la verdad.
Fernando: Tampoco me ha pasado.
¿Cómo se conocieron?
Floriano: Cuando abrí el local busqué al mejor peluquero para varones en Villa El Salvador, hasta que lo encontré y desde entonces trabajamos juntos.
Se dice que las peluquerías son el lugar perfecto para conversar...
Floriano: Sí, a todos nos gusta que nos escuchen y muchos de nuestros clientes nos cuentan sus problemas en el trabajo, en su casa, con sus hijos. También hablamos de fútbol, de política, de todo.
¿Hace cuánto se iniciaron en este trabajo?
Floriano: Empecé hace más de 40 años. No pude terminar mi carrera como ingeniero cuando estaba jovencito y aprendí todas las habilidades del corte con un compañero que luego me alentó a poner mi propio local.
Fernando: Yo aprendí ayudando a otros. Con los años, me perfeccioné y empecé a trabajar en distintas peluquerías.
¿A ustedes quién les corta el cabello?
Floriano: Yo le corto a él y viceversa. Solo que conmigo es con menos frecuencia porque me estoy quedando sin pelo.
¿Por qué la peluquería se llama ‘Coquito’?
Floriano: Es en memoria de mi hijo Jorge, que falleció por un problema de salud.
¿Han pensado en dejar de trabajar?
Fernando: No, hay que seguir trabajando. Cuando uno muere tiene mucho tiempo para descansar.
Floriano: Yo aún no sé cuándo dejaré de hacer esto, porque me gusta mucho mi trabajo.
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