Si tu mascotita tiene anemia, baja de paso y se la pasa durmiendo todo el tiempo como si estuviera cansado, es mejor que lo lleves al veterinario para que le haga un exámen competo de sangre, ya que una garrapata le puede haber picado y transmitido alguna de las enfermedades infecciosas, que le produciría graves daños en los riñones, hígado y otros órganos.
Las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de sangre, lo que las convierte en vectores de varias enfermedades infecciosas que pueden afectar a nuestras mascotas y a nosotros de igual manera. Entre las enfermedades más comunes transmitidas por garrapatas presentes en nuestra región se encuentran: erhlichiosis, anaplasmosis, babesiosis y enfermedad de Lyme.
La doctora Elena Andrade, quien es responsable del centro de adopciones de la Municipalidad de San Borja comenta que estos parásitos están presentes principalmente en parques, terrenos áridos, y en general, lugares con alto tránsito de mascotas. Existen varias formas de prevenir su infestación, las presentaciones de productos que protegen contra parásitos externos incluyen: collares, spray, pipetas y masticables. Hay que tener en consideración que si bien es en verano cuando se da un incremento en la cantidad de estos parásitos, debido a que sus ciclos de vida se acortan , es importante que nuestras mascotas se encuentren protegidas de manera preventiva durante todo el año.
En el caso de que encontremos garrapatas en nuestra mascota, lo recomendado es llevarlo lo antes posible al médico veterinario para que nos ayude a removerlas, tomar medidas preventivas como muestra de sangre y establezca un tratamiento en caso fuese necesario.
La ehrlichiosis canina puede constar de tres fases. La primera fase, o fase aguda tiene lugar después del periodo de incubación, que se extiende entre 8 y 20 días. Después de este periodo, aparecen los síntomas, que pueden durar unos 15 días. Durante estas dos semanas, el perro puede experimentar fiebre, decaimiento, anorexia, petequias, inflamación de los ganglios o signos neurológicos, entre otros. Esta fase suele presentarse en primavera y otoño, época de mayor presencia de garrapatas.
Tras la fase aguda, el perro puede recuperarse completamente o pasar a la siguiente fase de la enfermedad, la subclínica, en la que no se presentan síntomas, pero tampoco se ha eliminado el patógeno. Esta fase puede durar incluso años, pero, aunque no enferme, el animal sí puede seguir trasmitiendo la bacteria a través de las garrapatas.
Pasada la fase subclínica, tras un tiempo indeterminado, comienza la fase crónica, en la que se presentan otros síntomas, muchos de ellos graves como petequias, sangrado nasal, palidez de mucosas, adelgazamiento, depresión, coagulopatía grave, lesiones e inflamación oculares, dolor articular, cojeras, hemorragias, signos neurológicos como falta de reflejos, edemas en los miembros posteriores o el escroto, insuficiencia renal o infecciones secundarias debido a la debilidad del sistema inmune. De no tratarse a tiempo, esta fase puede llega a ser fatal.
Recomendaciones para cuidar a tu mascota
Dado que no existe vacuna y es una enfermedad de difícil diagnóstico, especialmente en la fase subclínica, y porque comparte síntomas con otras enfermedades, lo mejor es la prevención, es decir, evitar que los perros sean picados por las garrapatas. Para ello, podemos tomar algunas precauciones, como:
•Revisar a la mascota antes y después de salir de paseo.
•Evitar pasear por zonas húmedas y con muchos matorrales, especialmente en temporada de garrapatas.
•Peinar al perro con frecuencia.
•Utilizar productos antiparasitarios regularmente.
•Usar un collar de ectoparasiticida y cambiarlo cuando indique el fabricante (suele ser cada seis meses).
•Realizar una desinfección ambiental para el control de garrapatas en los lugares donde pase tiempo el perro, como cama o el jardín.
Si mantenemos al perro alejado de las garrapatas, no sólo prevendremos la ehrlichiosis, también otras enfermedades como la Babesia, la enfermedad de Lyme, la fiebre de las Montañas Rocosas o la anaplasmosis, todas ellas transmitas por este parásito.
Si bien la ehrlichiosis es una enfermedad que, de no ser tratada a tiempo, puede comprometer seriamente la salud de nuestra mascota, inclusive llevándola a la muerte; es importante resaltar que existe un tratamiento efectivo para combatirla una vez detectada.
Dicho tratamiento involucra el uso de antibióticos y suplementos vitamínicos por un periodo largo de tiempo (aproximadamente 3 semanas). El éxito de este va a depender en gran medida de la perseverancia del propietario y de su compromiso con brindar adecuada y puntualmente la medicación a su mascota. De manera general, las mascotas sometidas oportunamente al tratamiento cuentan con un pronóstico positivo para la resolución de esta enfermedad.
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